La presidenta Cristina Fernández de Kirchner se prepara para afrontar mañana la operación en la que le extirparán el carcinoma localizado en la glándula tiroides. Luego de pasar el fin de semana en El Calafate con su familia para recibir el Año Nuevo, arribó ayer a las 15 a Buenos Aires y hoy mantendrá nuevamente algunas reuniones con funcionarios de su gobierno para ultimar detalles. En los alrededores del Hospital Austral ya comenzaron a instalarse militantes kirchneristas con carpas y banderas para expresar su apoyo a la mandataria.

Sin agenda oficial para la tarde de ayer y el día de hoy, la Presidenta arribó horas después del mediodía a la Quinta de Olivos después de su estadía en El Calafate. Llegó acompañada por su hija Florencia y se trasladó rápidamente a la quinta presidencial. Bajo el hermetismo que predomina en la Casa Rosada, Cristina Kirchner se reunió con funcionarios y allegados de su confianza para seguir diagramando las condiciones y los detalles a los que se deberán prestar atención mientras se encuentre de licencia por los próximos veinte días, período en el que el vicepresidente Amado Boudou deberá tomar la responsabilidad de desempeñar la jefatura interina del Poder Ejecutivo.

La Presidenta recibió el año nuevo el fin de semana en su residencia de El Calafate junto a sus hijos Máximo y Florencia. También la acompañaron su nuera, Rocío García; su madre, Ofelia Wilhelm; la madre del ex presidente Néstor Kirchner, María Juana Ostoic, y su cuñada y ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, entre otros familiares. CFK debía llegar a Santa Cruz el viernes pasado, pero la crisis política por la que pasa el gobierno de Daniel Peralta por la sanción de una ley de emergencia e incidentes en la Legislatura en Río Gallegos –terminó con 21 heridos en medio de la represión policial– hicieron que demorara su viaje un día más hasta que se calmaran las aguas.

La semana pasada ya se había reunido al menos dos veces con el ex ministro de Economía para ultimar los detalles antes de su internación en el Hospital Austral en Pilar. Se espera que hoy también reciba a Boudou para dar las puntadas finales de la agenda de temas pendientes que deberá seguir el presidente del Senado mientras se extienda su convalecencia. No figura ningún compromiso oficial para el día, por lo que se espera que aguarde en Olivos hasta el momento de su internación, para ser operada a las 11.30 por el equipo que encabeza el cirujano Pedro Saco.

A pesar de que los médicos le habían aconsejado el mayor descanso posible, la Presidenta no pudo abstraerse el domingo de la noticia de la muerte de un balazo en la cara del gobernador de Río Negro, Carlos Soria. El teléfono estableció comunicación con el senador Miguel Angel Pichetto cuando comenzó a correr la noticia de la muerte Soria. Fueron dos los llamados al jefe de la bancada del Frente para la Victoria en el Senado para que informe sobre lo acontecido en la chacra de General Roca. También habló con el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, quien viajó hasta la provincia.

Desde ayer a la tarde comenzaron a reunirse militantes kirchneristas en las inmediaciones del hospital donde será intervenida quirúrgicamente. Con carpas y banderas del Movimiento Evita, un grupo de seguidores políticos de la Presidenta se instaló al frente, en la entrada principal del hospital. Grandes carteles con mensajes de agradecimiento y de apoyo dirigidos a la Presidenta ya comenzaron a adornar las rejas, repitiendo el ritual que se impuso en las ocasiones en que el ex presidente Néstor Kirchner fue intervenido por distintos problemas de salud.