Susana Freydoz, única imputada por el asesinato de su esposo, el gobernador Carlos Soria, podría ser indagada el miércoles próximo, según anticiparon allegados a la investigación. La fecha es tentativa y terminará de definirla el juez original del caso, Emilio Stadler, que se reincorpora el lunes a su juzgado en General Roca. La mujer fue sometida esta semana a una pericia psiquiátrica para determinar si estaba en condiciones de declarar como sospechosa y para definir sus facultades mentales al momento del crimen. El perito oficial, Ricardo Risso –un ex integrante del Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema–, no sólo sostuvo que la viuda puede defenderse en una indagatoria sino que concluyó que es imputable. Evaluó que si bien pudo haber actuado en un estado de emoción violenta, y podía tener disminuida su capacidad de comprensión, habría tenido conciencia de sus actos. La emoción violenta es un atenuante de la calificación legal, pero cuando el homicidio está agravado por el vínculo igual prevé una pena elevada y de cumplimiento efectivo: de 10 a 25 años de prisión. El perito de parte, Carlos Cornaglia, nombrado por la familia, sugirió la inimputabilidad aunque pidió estudios complementarios tanto toxicológicos (para corroborar si esa noche la mujer había mezclado alcohol y pastillas y si consumía esas sustancias de larga data) como genéticos y psiquiátricos (para detectar posibles alteraciones mentales de base). Los exámenes toxicológicos ya fueron encomendados a una bioquímica, Cristina Rubio, de Cipolletti, y los resultados podrían demorar dos semanas. El fiscal Miguel Angel Fernández Jahde viajará a Salta para seguir de cerca los peritajes.