La mesa nacional del Frente Amplio Progresista volverá a reunirse la semana próxima en Buenos Aires para arrancar el año en el que buscarán avanzar en la institucionalización de la coalición de centroizquierda, la unificación del trabajo parlamentario de las distintas fuerzas que la integran y su fortalecimiento territorial. Un debate que continuará a fines de febrero con la reiteración del Foro Social, Político y Económico que los socialistas –que encabezan el hasta ahora frente electoral– organizan desde hace una década en Rosario y que se extenderá a distintas regiones del país a lo largo de 2012. Aunque la discusión volverá a estar cruzada por la incorporación de otras organizaciones y fuerzas políticas al frente, el regreso del coqueteo entre socialistas y radicales no entusiasma por igual a todos los integrantes del FAP.

El propio Hermes Binner encabezará la reunión, que en principio sería el miércoles tras su regreso de Costa Rica, donde participará de un encuentro de la Internacional Socialista. En las oficinas porteñas del Centro de Estudios Municipales y Provinciales también estarán otros representantes del PS, Margarita Stolbizer del GEN y los dirigentes de la Unidad Popular que conduce Víctor De Gennaro, Libres del Sur y el cordobés Partido Nuevo de Luis Juez. Stolbizer explicó que “los ejes de trabajo son la consolidación interna, la cohesión, las estrategias de crecimiento y la atención de la demanda social”.

Debates que continuarán durante febrero en el Foro rosarino, un espacio de discusión que el socialismo estableció en 2001 y que en 2011 también fue el origen del acercamiento de las fuerzas que hoy integran el FAP. Una experiencia que luego trasladarán a distintas regiones del país y que se planificará a lo largo de este año: el NOA, el NEA, la región centro –donde el FAP hizo su mejor elección– y la Patagonia, a la que podrían sumarse Cuyo y la Mesopotamia.

Aunque tampoco estarán ausentes otros dos temas que generan diferencias dentro del FAP: la tarea legislativa y la ampliación de la política de alianzas, especialmente con la UCR. Stolbizer reconoció a este diario que perdió la discusión interna cuando propuso formar una sola bancada parlamentaria y no, como finalmente sucedió, un interbloque donde cada fuerza política conserva su propia identidad. La idea es comenzar a unificar los proyectos legislativos donde existen posiciones distintas y hasta enfrentadas.

Binner, en tanto, trató de poner paños fríos a la discusión que genera en otras fuerzas del FAP el coqueteo entre el socialismo y la UCR, que volvió a reavivarse en las últimas semanas. “En Santa Fe con la UCR conformamos el Frente Progresista hace veinte años y nada hace suponer que no vaya a seguir funcionando”, dijo Binner a Página/12 sobre la relación de su partido con el radicalismo.

–El hecho de que Mario Barletta, que es parte del Frente Progresista y los representó como intendente de Santa Fe, presida ahora el comité nacional de la UCR, ¿facilita la discusión para arribar a un acuerdo y la posible incorporación del radicalismo al FAP? –insistió este diario.

–Tenemos que buscar coincidencias en el cómo, porque en el qué estamos de acuerdo. Claro que Barletta tiene una representación importante, pero no es una situación de individuos, sino de fuerzas políticas a nivel nacional –respondió el ex candidato presidencial del FAP para dejar en claro que la decisión final dependerá del conjunto de las fuerzas que lo integran.