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Desde Santiago

La olla hace rato que estaba a punto de estallar. Desde que hace unas semanas se ventilaron las millonarias cifras –al estilo hollywoodense– que involucró la separación de Miguel “Negro” Piñera y la modelo argentina Belén Hidalgo, la imagen del cantante y empresario nocturno caminaba por la cuerda floja, debido a éste y a una serie de episodios anteriores que han marcado su vida. Pero, ¿por qué una noticia relacionada más bien con la farándula pasa a ocupar un lugar de privilegio en los medios locales? Simplemente porque el involucrado es hermano de Sebastián, nada más y nada menos que el presidente de Chile, y la acusación que se reveló ayer habla de drogas, alcoholismo, violencia intrafamiliar y la utilización indebida del Palacio Presidencial de Cerro Castillo, en la acomodada ciudad de Viña del Mar. El escándalo lo destapó el sitio web Cambio 21, que tuvo acceso a la demanda judicial interpuesta por la modelo el pasado 7 de noviembre y que sacó a la luz un consumo excesivo de alcohol y drogas, celopatía, golpes y amenazas que finalmente terminaron con uno de los divorcios más sonados del último tiempo, en un país que todavía oculta bajo la alfombra situaciones como ésta.

Uno de los episodios que acusa la argentina ocurrió en Cerro Castillo, el conocido Palacio de los Presidentes de la República de Chile, donde el Negro habría amenazado a su ex mujer. “Mi miedo era de tal magnitud, ya que me perseguía por la casa gritándome que me iba a matar, que me pegaría, por lo que me escondí debajo de la cama de la pieza de servicio. Cuando él se durmió, saqué mis cosas y me vine a Santiago, aterrada”, dijo la modelo en la declaración jurada que cita el portal periodístico. Pero no es todo. Hidalgo, que obtuvo tras el divorcio más de 140 mil dólares, acusó haber recibido golpes por parte de Piñera: “En febrero de 2011, en el Casino Enjoy de Viña del Mar. Estábamos en la caja cambiando plata y de repente me dijo: ‘¿Qué miras? No mires mi plata’. Le contesté que no estaba mirando, que no me interesaba. Había consumido alcohol, se molestó por mi respuesta y me pegó una patada en el estómago”, relató en su declaración la modelo. Asegura además que muchas personas vieron cuando el cantante la agredió. “Los guardias del lugar llegaron a ver qué pasaba y él, como siempre, enfurecido, alterado y en forma muy violenta, gritaba: ‘¡Déjenme tranquilo, no saben quién soy, soy el hermano del presidente de la República de Chile, hago lo que quiero!’”, habría vociferado el ex participante de Bailando por un sueño, el programa de Tinelli.

El hecho escapó de la prensa de espectáculos cuando el diputado opositor Gabriel Silber, junto a su colega Gabriel Ascencio, exigió a La Moneda que se pronuncie por las acusaciones de violencia intrafamiliar ocurridas en el Palacio Presidencial y pidieron explicaciones a la administración de dicho palacio. “Enviamos oficios de fiscalización, dada la gravedad de los hechos. Una cosa es el proceso de separación, en el cual no nos queremos involucrar, pero otra cosa distinta es cuando estamos frente a hechos que eventualmente pueden revestir delito”, dijo el parlamentario. Para Silber, más grave aún es el hecho de que los apremios “pudieron haberse cometido al interior del Palacio Presidencial de Cerro Castillo y aquí estamos frente a una declaración jurada por parte de la señora Hidalgo”, sostuvo. Los dardos del diputado apuntan también a la guardia presidencial, el mayordomo y otros funcionarios de las dependencias oficiales. Dijo, no obstante, confiar en que el presidente Piñera “no esté al tanto de estos hechos”, pero lo que corresponde es un pronunciamiento de parte de la presidencia y, obviamente, una obligación de pesquisa por parte del Servicio Nacional de la Mujer.

El Negro Piñera es el quinto hijo del matrimonio Piñera-Echenique. Sus hermanos, aparte del presidente, son destacados hombres públicos. José fue uno de los ministros de Trabajo de Pinochet, el padre de las criticadas Administradoras de Fondos de Pensiones y quien no ha tenido problemas en criticar la gestión presidencial de Sebastián. Pablo, demócrata cristiano como su padre, ha estado más silencioso en la gerencia general de Banco Estado. Pero Miguel se dedicó a los negocios con dispar suerte. Sebastián cuenta –un poco en serio, un poco en broma– que su madre antes de morir en el año 2000 le encargó que “cuidara y se ocupara” de su hermano menor. En público, ambos se llevan bien; sin embargo, en privado, ha habido fuertes desencuentros, según han dicho cercanos a la familia. Una reciente investigación del portal Ciper reveló que Miguel Piñera acaba de llegar a un acuerdo extrajudicial para detener una querella por amenazas de muerte contra el dueño de una discoteca. Ha debido enfrentar juicios laborales y policiales, como cuando chocó con su Hummer un Austin mini y se dio a la fuga para evitar el examen alcohólico de rigor.