Sábado, 24 de marzo de 2012 | Hoy
EL PAíS › POR EL GOLPE EN ARGENTINA Y LA MASACRE DE LAS FOSAS ARDEATINAS
La embajada argentina en Italia unió el recuerdo de ambas fechas en el mausoleo de las Fosas Ardeatinas.
Por Elena Llorente
Desde Roma
En el monumento de las Fosas Ardeatinas de Roma ondearon ayer los colores argentinos para conmemorar dos hechos –ocurridos el mismo día pero a 32 años de distancia– que marcaron profundamente la historia y los pueblos de los dos países: el inicio de la más sangrienta dictadura militar argentina, el 24 de marzo de 1976, y la matanza de las Fosas Ardeatinas, en 1944.
El 24 de marzo de 1944, en una vieja cantera de piedra, 335 personas fueron ajusticiadas por los SS, la policía política de los nazis que ocupaban gran parte de Italia en ese momento. Se trató de una represalia por un atentado de la Resistencia en el que habían muerto 33 soldados alemanes. Los nazis hicieron rápidas cuentas y dijeron “diez por uno”, diez italianos por cada alemán. Pero no había prisioneros suficientes para llegar a ese total. Entonces recurrieron a presos comunes, a grupos de judíos que estaban por ser deportados a campos de concentración y a gente común, entre ellos jóvenes de 15 años.
De todas estas operaciones participó el capitán Erich Priebke, que hoy cumple en Roma, en arresto domiciliario, una condena a cadena perpetua. Priebke escapó a la Argentina apenas terminada la guerra y vivió en Bariloche muchos años. En 1995 fue extraditado a Italia.
La matanza de las Fosas Ardeatinas se recuerda cada año en Roma. Esta vez, la embajada argentina quiso reunir las dos conmemoraciones invitando al mausoleo –donde están enterrados los asesinados y donde se pueden ver sus fotos y su historia– a representantes de organismos de derechos humanos, a familiares de los desaparecidos argentinos y a sobrevivientes de la persecución nazi en Italia. “Estamos recordando dos fechas terribles que representan momentos muy bajos de la humanidad. Estoy muy impresionado por la cantidad de gente que ha venido, incluso hubo varios colegios, lo que le da una significación especial al acto”, dijo a Página/12 el embajador argentino en Italia, Torcuato Di Tella, quien junto a su par ante la Santa Sede, Juan Pablo Cafiero, depositaron una corona de flores con los colores argentinos. Luego hicieron entrega de una placa recordatoria a Rosina Stame, presidenta de la Asociación de Familiares de los Mártires Italianos (Anfim), cuyo padre murió en las Fosas Ardeatinas.
Entre los familiares de desaparecidos estaba sor Genevieve Jeaningros, sobrina de Leonie Duquet, una de las monjas francesas asesinadas por la dictadura. “Si hacemos cuentas es el mismo sufrimiento. Todas estas personas que han sido asesinadas, a las que se les ha arrancado la vida, sea en Italia, sea en Argentina, de una u otra religión, es lo mismo. No tenemos que olvidar eso”, comentó.
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