Macri respaldó a Moyano durante una visita a una exposición rural junto a Miguel Del Sel.
Imagen: DyN.

En un gesto que no lo caracteriza, Mauricio Macri se puso del lado de un dirigente sindical. El jefe de Gobierno respaldó a Hugo Moyano y al paro y movilización del miércoles, a los que consideró “un llamado de atención a la Presidenta”. A Cristina Fernández, Macri le reclamó “terminar con la soberbia que hace que se pelee con aliados históricos, como la CGT o Scioli”. Desde el kirchnerismo, denunciaron un pacto entre Macri y Moyano. El jefe del bloque K en la Legislatura, Juan Cabandié, recordó que ambos acordaron el pago de una indemnización a los recolectores de basura que ingresó a la Legislatura junto con la ampliación presupuestaria.

“Los gobiernos con soberbia no nos conducen a ningún lado. Espero que la Presidenta escuche este llamado de atención”, afirmó Macri, de visita en una exposición rural en Santa Fe junto con Miguel del Sel. “Necesitamos gobiernos que escuchen y que trabajen para la gente y cerca de la gente. Hay que dejar de confrontar, recuperar la humildad y terminar con la soberbia”, aleccionó Macri. El líder del PRO no dudó en apoyar a Moyano, una figura a la que solía rehuir: “La Presidenta tiene que escuchar este reclamo. No puede ser que desde el Gobierno siempre se combata al que piensa distinto. Esa soberbia hace que hoy se pelee hasta con aliados históricos, como la CGT o con Scioli”, indicó Macri, quien tuvo un encuentro nada casual con el dirigente de los peones rurales, Gerónimo “Momo” Venegas, que ya anunció su adhesión al paro del miércoles.

“Es un llamado de atención para un gobierno que a menos de seis meses de asumir ha generado semejante nivel de intolerancia”, interpretó Macri, en respaldo a la medida de fuerza. “Que Macri apoye el paro de Camioneros demuestra que no tiene vergüenza ni coherencia”, le contestó el legislador porteño Francisco “Tito” Nenna. “Resulta indignante que el mismo Macri que mandó a reprimir a los docentes y está procesado por montar una red de espionaje con anclaje en el Ministerio de Educación ejerza como vocero de una huelga”, lo cruzó. “El PRO está tan confundido que hasta un patrón como Macri apoya el paro. Como trabajador, me hace mucho ruido que un empresario apoye una manifestación política de los obreros”, interpretó Nenna, quien insistió en que el jefe de Gobierno “se está subiendo al camión con Hugo Moyano para desestabilizar al gobierno nacional”.

Por su parte, Cabandié recordó que el gremio de Camioneros tiene incidencia en el contrato de la basura, que –como ya informó Página/12– aumentó hasta llegar a siete veces el precio original en 2004. Tuvo doce redeterminaciones de precios, de las cuales ocho fueron durante la gestión PRO. En la ampliación presupuestaria que envió Macri a la Legislatura, fue incluida la número trece, además de una indemnización por el vencimiento del contrato en la época de Manliba (una empresa del Grupo Macri) y del contrato que se inició en 2005. Esta indemnización se pagará pese a que el gobierno porteño todavía debe hacer la nueva licitación: es decir, siguen en funciones las mismas empresas.

“Serán 418 millones de pesos de más por el contrato con las empresas de basura y otros 220 millones de pesos para pagar una indemnización a 7000 trabajadores del gremio de Camioneros”, recordó el jefe de bloque kirchnerista. “Hay una alianza política entre Macri y Moyano que va a perjudicar a todos los ciudadanos de la Ciudad”, advirtió el dirigente de La Cámpora, quien dijo que existe “un pacto Macri-Moyano por el tema del servicio de recolección de residuos, por el cual los porteños vamos a tener que pagar 638 millones de pesos de más”.

El aumento forma parte de una ampliación presupuestaria que –como consignó este diario el jueves– implica un aumento del 25 por ciento en el presupuesto ya otorgado a la basura, que asciende a 1888 millones de pesos. “Claramente, todo esto beneficia tanto a las empresas como al gremio de Moyano”, opinó Cabandié, quien también recordó que “ya la Ciudad paga tres veces más por el servicio que Rosario o Córdoba y está cada vez más sucia”.