EL PAíS
La ofensiva santacruceña avanza en el Congreso
Sergio Acevedo, el principal representante de Kirchner en Diputados, ganaría poder si éste llega a Presidente. Cuáles son sus planes.
Por Felipe Yapur
En la agenda de Néstor Kirchner el Congreso nacional no aparece como uno de los temas que desvela al candidato presidencial. Sin embargo, lo es y mucho. Al menos así lo creen los representantes del santacruceño en la Cámara baja. Estos entienden que hay dos ejes sobre los que se debe trabajar sin perder tiempo. El primero es generar un poder renovado en el marco de una relación de fuerza que no lo favorece, al menos hasta la renovación de las cámaras prevista para diciembre. El segundo –de resolución prácticamente inmediata si, tal como se prevé, Kirchner triunfa el 18 de mayo– y que se basa en sacar al menemismo de los puestos claves de la Cámara y, sobre todo, colocar en la conducción del bloque de diputados a un hombre de confianza del titular del Ejecutivo.
- Nuevo poder. Es un tema difícil el que se plantea para el sector que representa al candidato santacruceño. La gente de Kirchner sabe que su representación parlamentaria, en lo que respecta a la Cámara baja, es pequeña en la bancada justicialista. Pero el problema no reside en la cantidad sino en la ascendencia que su representante, léase Sergio Acevedo, tiene con sus colegas de bloque. Acevedo es una de las figuras que cuestionó y denunció duramente “la costumbre” del bloque del PJ de repartir sobres con dinero negro para determinados integrantes de la bancada que respondían a la conducción que hasta ese momento era encabezada por Humberto Roggero. Los kirchneristas no reniegan de la actitud de Acevedo, es más, aspiran a romper ese “pacto no escrito” que dicen que domina la Cámara desde los tiempos de César Jaroslavsky y José Luis Manzano.
Una alternativa que ven como posible para romper esta especie de omertà parlamentaria hasta diciembre, fecha prevista para renovación de la mitad de los integrantes del cuerpo, es la transversalidad partidaria. Es decir, aprovechar alianzas puntuales en determinados temas con sectores afines en el Parlamento, como podría ser el ARI, el Frepaso y algunos sectores de los partidos provinciales.
- Menemismo cero. Si el punto anterior es considerado de difícil aplicación, para el kirchnerismo la limpieza de menemismo de los puestos claves del bloque se puede decir que es imprescindible. Al día de hoy, los seguidores de Menem, que tiene un bloque aparte pero también mantiene legisladores en la conducción de la bancada oficialista, retiene la conducción de comisiones parlamentarias claves como Presupuesto, Asuntos Constitucionales y Peticiones, Poderes y Reglamento, presididas por Carlos Snopek, Juan Urtubey y Alejandra Oviedo respectivamente. Y hacia estas comisiones se dirigen los ojos de los diputados del santacruceño. “Habría que reconsiderar esas presidencias”, aseguró Acevedo. Si bien los cambios se presentan como traumáticos, también es cierto que ya hay algunos, como es el caso de Snopek, que anticiparon que están dispuestos a renunciar poco después del 25 de mayo.
La participación de menemistas en la conducción del bloque tampoco es bien vista por el kirchnerismo, pero para eso prefieren esperar a ver cuál será la actitud de estos legisladores una vez que pasen los comicios del próximo 18. “Lo importante es que sepan que Kirchner no acepta extorsiones y nosotros llegaremos para reconstruir la política, para reconstruir el país y las viejas prácticas no tienen lugar en nuestra práctica”, resumió Acevedo.
- El bloque o la Cámara. Todo presidente que asume suele tener la última palabra en la elección del titular de la Cámara baja y del bloque oficialista. En el caso del PJ, el cuerpo suele ser conducido por un bonaerense. Hasta el 10 de diciembre ese puesto será ocupado por el duhaldista Eduardo Camaño. Salvo que el diputado renuncie, Kirchner lo mantendrá ese puesto hasta fin de año. El tema está en la bancada que desde la partida de Roggero a Italia es manejada por un triunvirato. La gente de Kirchner no dice quién podrá ser el próximo presidente –hay versiones que lo sindican a Acevedo y que éste se encarga de desmentir–, pero lo cierto es que a quien no quieren al frente del bloque es al riocuartense que, como se rumorea, volvería después del 25 con la intención de reconquistar su puesto.