SOCIEDAD
Los investigadores se quejan por la falta de colaboración de los Macri
“La causa está a fojas cero”, dicen en el juzgado. Lamentan que Florencia haya ido a su casa antes de declarar ante la policía: olvidó casi todo lo que le había ocurrido. Algo similar a lo que pasó con el secuestro de Mauricio.
Por Horacio Cecchi
Entre las líneas de investigación que rodean el secuestro de Florencia Macri, la más firme es la que considera que el hecho fue preparado y realizado por una banda especializada en golpes de este tipo. Según reveló a Página/12 un investigador del caso, “se trata de una banda bastante grande, de profesionales”. No descartan la participación de un entregador, alguien del entorno de Florencia. Pero todas las hipótesis chocan con la escasa o nula colaboración familiar. Aunque Mauricio Macri haya asegurado públicamente que radicó la denuncia el primer día del secuestro, este diario pudo confirmar que la realizó entre 24 y 30 horas después. La falta de colaboración provoca molestia entre los investigadores. “Nos dieron vía libre en lo que les convenía”, señaló uno de ellos. Traducción: la negociación con la banda la condujo Franco Macri y fue a puertas cerradas. El pago del rescate, también. La causa judicial, a fojas cero.
Mientras la familia Macri se dedicaba ayer a enfriar el caso, utilizando su fluidez con los medios para gastar loas y agradecimientos, un sector de los investigadores se quejaba de la falta de colaboración familiar. Mucho antes de que Florencia fuera liberada, ya existían esos gestos de desagrado. “Los Macri dieron aviso –señaló una fuente vinculada directamente al caso–, pero solamente nos abrieron la puerta donde les convenía. No tuvimos ningún acceso a la negociación, que la manejaron ellos y nunca revelaron nada, ni dieron aviso de los contactos que mantenían.” Esa decisión familiar provocó molestias y divisiones tras la liberación de Florencia. “No nos aportaron nada –dicen los más exaltados–. La chica declaró que estuvo todo el tiempo con los ojos vendados, que no se acordaba de nada, ni siquiera cuánto tiempo duró el viaje en el auto.” Otro sector, en cambio, se muestra sorprendido: “¿Cómo que no dijo nada?”, reveló un integrante del sector de los sorprendidos, aunque prefirió no explayarse al respecto.
En el juzgado federal de María Servini de Cubría también se respira aire de tormenta. Fuentes judiciales aseguraron que “el caso está a fojas cero”. Y por el momento ni siquiera se han planteado citar a declarar a la joven. “Para lo que va a decir”, argumentan. Apenas fue liberada, Florencia se trasladó a la casa de su padre en lugar de ser llevada a declarar. Algunas fuentes suspicaces sostienen que la chica fue aleccionada sobre qué decir y qué no. El mismo Mauricio Macri sostuvo en ese momento que su hermana “había tenido los ojos vendados todo el tiempo”.
Según las mismas fuentes, los Macri presentaron la denuncia el jueves 1º de mayo, bien temprano. En ese momento, Florencia llevaba más de un día secuestrada. La familia se había enterado casi inmediatamente, pero prefirió mantener silencio. Esto desmiente lo declarado públicamente por Mauricio Macri, el lunes pasado por la noche, cuando aseguró que él mismo había presentado la denuncia “el primer día”. Lo afirmó después de que sus opositores lo acusaron de eludir a la Justicia, golpeando un costado sensible para el candidato a jefe de Gobierno porteño: su imagen.
No es la primera vez que Mauricio Macri presenta una versión distorsionada de la realidad. Hace doce años, tras su secuestro, dijo que había sido liberado en Lomas de Zamora, cuando lo abandonaron en el Bajo Flores; aseguró que lo trataron muy bien, cuando todas las noches lo amenazaban con matarlo, y dijo que se pagó poco dinero, aunque su familia aportó seis millones de dólares por su liberación.