Sábado, 6 de octubre de 2012 | Hoy
EL PAíS › EL MINISTERIO DE SEGURIDAD INTERVINO LA DIRECCION DE ASUNTOS JURIDICOS DE LA FUERZA
La cartera que conduce Nilda Garré dispuso la intervención debido a las “severas deficiencias” en el manejo de los reclamos salariales de los integrantes de esa fuerza. La protesta de prefectos y gendarmes sigue, pero con menor intensidad.
Por Raúl Kollmann
El Ministerio de Seguridad dispuso ayer la intervención de la Dirección de Asuntos Jurídicos de la Gendarmería, a raíz de las “severas deficiencias” en el manejo de los reclamos salariales de los integrantes de esa fuerza. La decisión de la cartera a cargo de Nilda Garré de intervenir esa área de la Gendarmería es otra respuesta al motín que protagonizan prefectos y gendarmes desde el martes pasado y que se mantenía ayer en baja intensidad, pero sin que se haya llegado a un acuerdo.
La intervención de la Dirección de Asuntos Jurídicos de la Gendarmería se concretó cuando una comisión de funcionarios de Seguridad se presentaron en el Edificio Centinela y precintaron las oficinas donde funciona para preservar la documentación allí guardada. La resolución del ministerio señala que las auditorías revelaron la comisión de “irregularidades en el tratamiento de las medidas judiciales relacionadas con reclamos salariales”. También establece que “la gestión de las causas judiciales por diferencias de haberes iniciadas por personal en actividad, retirados y pensionados de la Gendarmería” quedará a cargo del ministerio. Por otra parte, la cartera conducida por Garré consignó que se procederá a “la instrucción de las actuaciones disciplinarias para deslindar responsabilidades”.
El conflicto con gendarmes y prefectos sigue, aunque no con la intensidad del primer día. El encargado de pilotearlo por parte del Ministerio de Seguridad es el secretario, Sergio Berni, pero también están interviniendo los nuevos jefes de las dos fuerzas, Enrique Zach en Gendarmería, y Luis Heiler en Prefectura. Los diálogos tienen fuertes vaivenes. Por momentos transitan cierta tranquilidad y se empiezan a revisar los puntos del petitorio, pero en otros momentos los amotinados levantan la apuesta, no aceptan liberar los edificios, convocan a nuevas asambleas y la respuesta es que se les advierte a los delegados que serán pasados a disponibilidad. Los efectivos amotinados corrieron el arco día a día. Al principio, el reclamo era por los sueldos pagados este mes, que registraban bajas en los ingresos de bolsillo. Cuando la situación se retrotrajo al mes pasado, presentaron el petitorio con nuevas exigencias. En ese momento sostuvieron que cuando el secretario Berni firmara el petitorio, levantaban las concentraciones. Esto tampoco se concretó. Ayer insistieron en que se mantendrán frente a los edificios Guardacostas y Centinela hasta el martes, cuando se les daría una primera respuesta. Se trata de un amotinamiento que el ministerio considera intolerable, porque impide recomponer la cadena de mandos.
El punto de avance es que existe un diálogo entre las autoridades y los rebeldes y que, por primera vez, hay delegados que representan a los amotinados: son cuatro prefectos y cuatro gendarmes.
El conflicto no es fácil de resolver por dos razones:
n En primer lugar, porque presupuestariamente es imposible acceder a los 7500 de mínimo, en blanco. Significan sueldos que van bastante más allá de los 10.000 pesos, incluso para marineros o gendarmes rasos de 19 años que recién ingresan. En la escala eso supone sueldos siderales para todos los demás grados.
n En segundo lugar, porque pese a que en los últimos dos días aparecieron delegados que representan al movimiento, la base está compuesta por jóvenes con muy poca tradición dentro de las fuerzas, poco acostumbramiento a la disciplina y cierto relajamiento en las costumbres. Esta franja, además, tiende a las posiciones de máxima.
La búsqueda actual es normalizar la situación y después se evaluarán las responsabilidades que llevaron al conflicto, como adelantó el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina.
Los servicios de seguridad se están cumpliendo con normalidad, algo que se vio ayer cuando la Gendarmería intervino en un corte protagonizado por trabajadores de ATE en la autopista Riccheri, cerca del aeropuerto de Ezeiza. Los patrullajes también se realizan y los prefectos están en sus puestos en Puerto Madero.
El punto crítico es que los efectivos siguen frente a los edificios, pese a que todas las fuerzas políticas les pidieron que depongan su actitud. Esto incluso se agravó con la convocatoria a una asamblea para hoy al mediodía. Semejante movida rompió el diálogo por varias horas, pero el hilo todavía no se cortó.
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