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Unos 12 millones de italianos votaron ayer en las elecciones provinciales y municipales de Italia, que continuarán hoy y serán una prueba crucial para el gobierno derechista de Silvio Berlusconi. El premier tiene problemas con la Justicia: actualmente en Milán hay un juicio en su contra por haber sobornado a varios jueces en 1985. Además, puede que en estas elecciones la caída de la competitividad de Italia y las pocas señales de despegue de su economía le jueguen en contra. Pero, para él, la Justicia está complotada con la oposición, a la que tilda de “comunista”. Ayer rompió la veda electoral y dijo “Yo gano siempre, estoy condenado a vencer”.
Las elecciones “administrativas” italianas se dividen en dos días para combatir la abstención. Ayer fueron muchos los italianos que aprovecharon el buen clima para ir a la montaña o la playa, así que se espera que hoy haya menos abstención. En los comicios se renovarán las autoridades de 12 provincias y 492 municipalidades. Las citas más importantes son en la provincia de Roma, que tiene casi tres millones de habitantes y donde la coalición de centro-izquierda y la de centro-derecha pelearán cada uno de los votos, y en Sicilia, donde se renovarán ocho consejos provinciales. Aunque se trata de comicios administrativos parciales que no afectan a las grandes ciudades del país, son un testeo para medir el desgaste de la coalición de gobierno, integrada por cuatro partidos, que lidera Berlusconi desde hace dos años. Su gran rival es la izquierda, que se unió para estos comicios.
Por otro lado, ésta es la primera vez que la derecha italiana, al igual que la derecha española, se enfrenta al juicio de su electorado al haber apoyado la guerra en Irak. En el medio de todo está la polémica que se desató hace dos semanas, cuando el premier italiano atacó a la Justicia y a la oposición, a la que llamó “comunista”. Actualmente Berlusconi tiene un juicio en su contra por pagar coimas a un grupo de jueces en 1985. “Mañana venceremos nosotros. Yo gano siempre, estoy condenado a vencer”, afirmó ayer el premier durante una corta visita a Luxemburgo. No bien se conocieron sus declaraciones, la coalición de centro-izquierda El Olivo acusó a Berlusconi de violar la veda electoral. Y dijo que éste “teme perder las elecciones” y quiere “evitar el juicio de Milán”, donde está imputado por corrupción.