El martes por la noche, las redes sociales se inundaron de críticas y repudios a la decisión de los jueces de la Sala II de la Cámara en lo Penal de Tucumán por haber absuelto a los trece imputados en la causa por el secuestro y la promoción de la prostitución de María de los Angeles Verón. Ayer, esos reclamos se volvieron escraches y movilizaciones en todo el país. En la Ciudad de Buenos Aires, organizaciones de todo tipo se congregaron en dos puntos. Una en la Casa de Tucumán, donde la mayoría se disponía a marchar, pero a cambio hubo piedras contra los vidrios, heridos y policías que respondieron con gases lacrimógenos (ver aparte). La concentración más numerosa estuvo frente al Palacio de Justicia. Allí fueron menos las pancartas y carteles en referencia al fallo y más las banderas políticas.

“Olé, olé, olé, olá contra la trata vamo’ a luchar, si no hay justicia, hay escrache popular”, se oyó de manera unánime. Entre el montón de gente y las banderas, Horacio Pietragalla –diputado nacional por el Frente para la Victoria– apareció tras haber presenciado la lectura del fallo en Tucumán. “Si hay una pata que no cambió es la Justicia, que tiene acciones, vínculos y relaciones. La Justicia quedó enviciada de la dictadura”, consideró ante Página/12.

“Reservado proxenetas” escracharon sobre Talcahuano, en las puertas del Palacio de Justicia. “Hoy somos todas Marita Verón”, bregaba el cartel que Clara Baffa tenía colgado del cuello. “Me parece que con tantas banderas políticas no se entiende el mensaje, yo estoy acá porque no me esperaba esta sentencia y ahora creo que estuvo comprado desde un principio”, reflexionó. Mientras el sol caía en la ciudad, más personas llegaban. Cada cientos de banderas podían verse carteles con fotos del rostro de Marita Verón o de su madre, Susana Trimarco, con Micaela, hija de Marita. También hubo quienes con pancartas reclamaron: “Justicia por Marita, justicia por todas” o que llamaban a la reflexión “Sin clientes no hay trata”.

Para Alex Freyre, activista director de la Fundación Buenos Aires Sida, el juicio todo el tiempo se manejó igual, “Bajo el patrón machista”, y propuso como solución la “democratización de la Justicia, que debe considerar la igualdad de los géneros”. Porque eso no fue así, es que “parecía que las mujeres víctimas de trata habían hecho una denuncia por haber sido echadas del trabajo y nadie les creyó en ningún momento lo que pasaron”. “Los jueces fallaron con total impunidad porque no hay control sobre lo que hace la Justicia y porque tienen lazos con las redes”, coincidieron, entre mates, Sofía Rosales, Gabriel y Gustavo Romero.

Las movilizaciones en repudio a la sentencia de los jueces Alberto Piedrabuena, Emilio Herrera Molina y Eduardo Romero Lascano tuvieron eco en las principales ciudades del país. En Córdoba, los manifestantes exhibieron carteles con el rostro de Marita y también de Yamila Cuello, cuyos familiares denuncian que fue captada por una red de trata. Rosario, Mendoza, Río Gallegos, Neuquén y San Juan también fueron lugares de encuentro para repudiar el fallo.

“Es un caso emblemático con un proceso judicial de más de diez años y resulta que aparece este fallo nefasto, cuando hubo 130 testigos que señalaron a los implicados y los reconocieron”, consideró Miguel Herrera, uno de los referentes de la marcha convocada en la capital de Ushuaia.