EL PAíS › EL GOBIERNO ECHO POR DECRETO AL HOMBRE DEL SENADOR EN EL PAMI
Primera gran derrota de Barrionuevo
Se trata de Benjamín Surace, quien por orden del sindicalista se negaba a abandonar la dirección de la obra social de jubilados. El otro representante estatal, Héctor Pacheco, formalizó su renuncia no sin antes presentar una férrea resistencia.
El Gobierno debió recurrir a un decreto para desplazar del PAMI a Benjamín Surace. Se trata del directivo vinculado a Luis Barrionuevo, quien se resistía por todos los medios a dejar el cargo. La misma postura había adoptado el otro representante del Estado en la obra social de los jubilados, Héctor Pacheco, aunque a última hora de ayer depuso su actitud y comunicó formalmente su renuncia.
La confección del decreto se decidió anoche luego de una movida del barrionuevismo para evitar que Juan González Gaviola y José Ramón Granero pudieran asumir en los dos lugares que el PAMI reserva para los hombres del Gobierno. Del esbozo de motín participó el resto del directorio, que plantó al ministro de Salud, Ginés González García, y manifestó su rechazo a la renuncia de Pacheco.
La confraternidad de todo el cuerpo directivo podría entenderse en el anuncio de González Gaviola de poner los sueldos del PAMI en “sintonía” con los del Presidente de la Nación. En buen romance: dijo que los 10 mil pesos que perciben las máximas autoridades de la obra social se reducirán a 3 mil.
Si bien Barrionuevo relativizó públicamente la existencia de una cruzada del Gobierno para acotar su poder en el PAMI, sigilosa y rápidamente ordenó a su tropa resistirla con el cuchillo entre los dientes. Surace se lo tomó a pecho. Y cerca suyo dijeron que de no presentar una renuncia en forma voluntaria o demostrársele una irregularidad en su gestión, su remoción sería ilegal. Sobre todo si se tiene en cuenta que hace apenas 6 meses se produjo la normalización del PAMI.
En la Casa Rosada respondieron con un planteo de sentido común: que al cambiar el gobierno los representantes de éste en la obra social de los jubilados también debían cambiar. Al desplazamiento forzoso de Surace y el negociado de Pacheco le sucederían ahora los de Reynaldo Hermoso y Domingo Petrecca, los dos delegados de la CGT en el directorio, también vinculados al barrionuevismo.
González García ya tendría un compromiso de los “gordos” de la CGT, con quienes mantiene una buena relación, para que el recambio de sus hombres suceda en un brevísimo plazo y sin aguardar el regreso del titular de esa central, Rodolfo Daer, quien se encuentra en Ginebra participando de la asamblea anual de la OIT.
La decisión de Kirchner de remover a todo lo que huela a barrionuevismo y nosiglismo –por el radical Enrique “Coti” Nosiglia– creó un clima propicio para operaciones y contraoperaciones. Desde la Rosada se cansaron de propiciar datos sobre supuestas irregularidades de algunos directivos de una entidad, que estuvo históricamente salpicada por denuncias de corrupción y es dueña de un mercado cautivo de casi 4 millones de beneficiarios.
A diferencia de lo que sucedió en el PAMI, el Gobierno no encontró focos de resistencia en el Ministerio de Trabajo. Ayer, el titular de la cartera, Carlos Tomada, puso en funciones a su nuevo equipo, del cual quedaron afuera prácticamente todos los nombres ligados al barrionuevismo, entre ellos Julio Aren y José María Podestá.
Como parte de la cruzada contra Barrionuevo, Kirchner también pensó en la posibilidad de removerlo de la presidencia de la Comisión de Legislación del Trabajo del Senado. Pero anoche admitían la dificultad de avanzar con esa medida ya que no habría demasiado consenso entre el resto de los legisladores de la comisión. “Si no encontramos argumentos sólidos para sacarlo quedaría como una caza de brujas”, evaluó uno de los justicialista de ese cuerpo. De última, argüían en Gobierno, habrá que esperar hasta diciembre, cuando expire el mandato de Barrionuevo y así quede “naturalmente” fuera de la comisión.