De conseguir autorización del Congreso, el presidente de Uruguay y titular pro témpore del Mercosur, José Mujica, viajará mañana a Venezuela, para asistir al acto anunciado ayer en rueda de prensa por el presidente de la Asamblea Nacional venezolana, Diosdado Cabello, en apoyo al presidente Hugo Chávez en el día en que debería asumir su nuevo mandato. La Cámara de Senadores está convocada hoy a una sesión extraordinaria para tratar la autorización del mandatario uruguayo.

La Cámara alta se reunirá interrumpiendo el receso de verano para tratar, entre otros asuntos, la solicitud de Mujica para ausentarse del país. El gobierno tiene mayoría en la Cámara, pero la semana pasada murió una senadora oficialista y hasta tanto no asuma su suplente necesita al menos un voto de la oposición para aprobar sus iniciativas. Los partidos Blanco y Colorado estaban molestos porque Mujica cursó el pedido de autorización para “ausentarse del país por más de 48 horas, a partir del día 9 de enero” pero sin indicar adónde pensaba viajar. Según el diario La República, ambas formaciones pretenden no dar quórum. Sin embargo, el senador Sergio Abreu, del Partido Nacional, anticipó que va a votar. “No hay que hacer una tormenta en un vaso de agua”, dijo. Además del de Venezuela, el Senado debería aprobar el viaje de Mujica a Chile para participar de la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) con la Unión Europea.

El viaje de Mujica quedó envuelto en una polémica porque si bien solicitó autorización al Parlamento, como exige la Constitución uruguaya cuando el presidente se ausenta del país por más de 48 horas, no se detalló su destino. En los últimos días, los medios de comunicación hicieron sus especulaciones. Se habló de que podría ir a La Habana, aunque después se descartó, ya que en el entorno de Chávez informaron que no sería posible verlo en el hospital donde está internado convaleciente de un complicado posoperatorio. Fuentes de la Cancillería uruguaya confirmaron ayer finalmente que el viaje será a Caracas, tal como había precisado el fin de semana la esposa del mandatario, la senadora Lucía Topolansky.

El presidente de Uruguay tiene una amistad de años con Chávez y manifestó en los últimos días su preocupación por la salud de su par venezolano. Entre otras cosas le envió una carta deseándole una pronta recuperación, convocó a una misa para pedir por Chávez pese a declararse ateo. Sobre la intención de visitar a Chávez en La Habana, la senadora Lucía Topolansky, esposa de Mujica, dijo la semana pasada que el presidente uruguayo preguntó “si no molestaba” y se le respondió que “no hay posibilidad de verlo (a Chávez)”. “Si no puede verlo, el viaje no tenía sentido”, agregó la senadora.