El gobernador cordobés, José Manuel de la Sota, descartó ayer la posibilidad de participar en una interna abierta con el jefe de Gobierno porteño para definir una candidatura presidencial de cara al 2015. “Yo soy peronista y Mauricio (Macri), no”, argumentó. Sin embargo, reconoció la existencia de “un reclamo de quienes no están de acuerdo con el Gobierno” para conformar un espacio político común y no se opuso a que sea el principal referente del PRO el que se sume al peronismo disidente.

El miércoles pasado, Macri declaró que no tendría “problema” en ir a una interna con De la Sota para consolidar una posible fórmula presidencial. “Tenemos diálogo, hemos coincidido y por ahí termina en un acuerdo electoral”, comentó. Al día siguiente, el ministro de Gobierno de Córdoba, Oscar González, aseguró que “nunca se ha hablado de candidaturas y mucho menos de una fórmula”. A pesar de los encuentros entre ambos en suelo cordobés –tres a lo largo del año pasado–, González planteó que “Macri preside un partido político y De la Sota es peronista”, y “las internas abiertas son para gente del mismo partido”.

“No sé cómo vamos a hacer para ir a una interna porque yo soy peronista y Mauricio, no”, explicó De la Sota para terminar de desestimar las versiones que lo ubicaban compartiendo una candidatura con el líder del PRO. “Yo me reúno con Macri, lo recibo con afecto y eso se transforma en una noticia increíble”, opinó sobre las reuniones que grafica como encuentros entre “dos gobernantes de partidos políticos distintos”. Se defendió al sostener que habla “día por medio” con los intendentes radicales de Córdoba, Ramón Mestre, y de Río Cuarto, Juan Jure, y con jefes comunales del Frente Cívico. “Trabajan conmigo y nos llevamos bien”, consideró.

Sin embargo aceptó “un reclamo de quienes no están de acuerdo con el Gobierno para que quienes tenemos posiciones críticas hagamos el esfuerzo en ponernos de acuerdo entre nosotros”. Además dejó la puerta abierta para que sea el ex presidente de Boca Juniors el que se incorpore al peronismo disidente, siendo que él ya está “grande para cambiar la camiseta”.