El paro de 48 horas convocado por los docentes bonaerenses tuvo ayer, en su primer día, un alto acatamiento en las escuelas del conurbano, en especial en La Plata, donde más del 95 por ciento de los establecimientos educativos cerraron sus puertas. El ministro de Educación, Alberto Sileoni, cuestionó la medida de fuerza y sostuvo que está “de acuerdo” con que se descuenten los días de paro. En tanto, funcionarios del gobierno bonaerense también criticaron la huelga, pero aclararon que “no se evalúa aplicar la conciliación obligatoria”.

El Frente Gremial Docente –integrado por Suteba, FEB, UDA, AMET y Sadop– inició ayer la Caravana Docente por la Escuela Pública, en rechazo al aumento decretado del 22,5 por ciento. Los educadores partieron desde diferentes distritos del territorio bonaerense y confluirán mañana en La Plata, donde participarán de una movilización a la Casa de Gobierno. Los gremialistas piden que se reabra la negociación salarial.

“El derecho es una cosa y el día no trabajado es un día que no se debe pagar”, consideró Sileoni. Además sostuvo que “los paros y la conflictividad permanente y crónica no tienen relación con el estado de los salarios docentes en la Argentina”. En el mismo tono, la directora general de Cultura y Educación bonaerense, Nora de Lucía, dijo que el Estado provincial hizo un “gran esfuerzo fiscal” para aumentar los salarios. “Los chicos de esta provincia se merecen tener todos los días de clase.”