El jefe de Gabinete estuvo a cargo del cierre del acto.
Imagen: Télam.

El homenaje a Alfredo Palacios logró convocar en la fría mañana de ayer a un heterogéneo abanico político que difícilmente aparecería en una misma foto, mucho menos en un año electoral. El jefe de Gabinete del gobierno nacional, Juan Manuel Abal Medina, el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, el líder de la CGT opositora, Hugo Moyano, el dirigente del FAP Hermes Binner y el radical Ricardo Alfonsín, entre otros, coincidieron en la inauguración del monumento al primer diputado socialista en Plaza del Congreso, a casi 50 años de su muerte. Cada uno de los oradores trazó el perfil de Palacios más cercano a su propio discurso político. Macri destacó su “voluntad de diálogo, de intentar acordar” con los otros bloques parlamentarios. Fue un “verdadero político, que siempre peleó, luchó y murió por sus ideas, en defensa de los que menos tienen, jamás defendiendo los intereses de las corporaciones”, replicó Abal Medina.

Ante la escultura de bronce de casi tres metros –que realizó el escultor Jorge Bianchi, a partir del diseño que moldeó el dibujante Hermenegildo Sábat– los dirigentes políticos de distintas extracciones se agrupaban en pocos metros frente a las cámaras fotográficas y de TV. Unos trescientos militantes socialistas, muchos de ellos llegados desde Rosario, enarbolaban banderas partidarias; alumnos de la escuela porteña que lleva el nombre del dirigente socialista y la banda de músicos del Regimiento de Granaderos acompañaban la extraña postal matutina.

Tras perder la batalla protocolar por el cierre del acto, Macri recordó a Palacios destacando las características de las que, a su criterio, carece el gobierno nacional. “El mejor reconocimiento hacia él es tener diálogo, la buena convivencia, la buena relación, el debate en base a pensar entre todos cuál es el camino para el mejor futuro de la Argentina”, dijo.

En el cierre del acto, Abal Medina aseveró, como una respuesta al jefe de Gobierno porteño, que el mejor homenaje que se le puede hacer a Palacios es “luchar por volver realidad aquellos ideales de igualdad que él defendió para construir una sociedad inclusiva, más justa e igualitaria”, aunque reconoció su “controvertida” figura.

“Alfredo Palacios fue un enorme estadista y desde mi partido y del resto de las fuerzas políticas del Senado venimos a sumarnos hoy con mucha alegría y orgullo ciudadano a este reconocimiento”, había dicho a su turno el senador radical Ernesto Sanz. “Palacios no es sólo patrimonio de los socialistas, sino de todo el pueblo argentino”, sostuvo el senador socialista Rubén Giustiniani –responsable del proyecto de homenaje que avaló el Senado por unanimidad– y agradeció “a quienes hicieron posible este monumento y a todos los bloques políticos que desde hace muchos años nos acompañaron con mucho entusiasmo y que hoy están presentes”.