El canciller Héctor Timerman se mostró confiado en que la aerolínea LAN seguirá operando en la Argentina y en que a través del diálogo se solucionará el problema que existe “entre una empresa y un órgano de aplicación”, y “no entre los países”, por el uso de un hangar en el Aeroparque Jorge Newbery. Timerman ofreció una conferencia de prensa ayer en Santiago de Chile junto a su par trasandino, Alfredo Moreno, luego del encuentro que mantuvieron en el marco de las reuniones bilaterales de ministros y de los gobernadores e intendentes de la frontera común. Moreno dijo que “lo que nos preocupa es que no exista una discriminación” hacia la empresa, pero destacó “la colaboración que hemos recibido” tanto de parte de Timerman como del resto de las autoridades argentinas que trabajan en el asunto.

Los cancilleres se preocuparon en poner de relieve algunas cuestiones. Uno, que el tema LAN había sido sólo uno de los muchos puntos que habían tratado ayer en su reunión de trabajo. Ambos, además, denominaron la aerolínea como “una empresa argentina de capitales chilenos”, también en parte brasileños. Pero que el conflicto en nada tenía que ver con los gobiernos de la Argentina, Chile y Brasil. “Es un problema entre una empresa y un órgano de aplicación. Por supuesto que los cancilleres de Chile y la Argentina, así como otros miembros del gobierno, si desean colaborar o se les pide colaborar, va a haber cooperación, pero la resolución a la que se arribe será entre la empresa y el órgano de aplicación, de acuerdo con las leyes que rigen en la República Argentina, no es un problema entre países”, remarcó Timerman, quien habló primero y más en extenso durante la rueda con los medios.

El órgano de aplicación al que hacía referencia es el Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (Orsna), que reclama a LAN la devolución de un hangar de Aeroparque que utiliza desde 2008, cuando firmó un acuerdo que establece que debe abandonar las instalaciones si el Estado se lo requiere. La aerolínea asegura que sin el hangar se verá forzada a dejar de operar.

Obviamente, el conflicto no tenía nada que ver con el motivo del encuentro en Santiago de Chile, organizado desde hacía mucho tiempo y del que participaron ministros, gobernadores e intendentes. Pero ya en el día previo, Timerman se había dispuesto a tratar la cuestión en caso de que su contraparte chilena lo pusiera sobre la mesa. “Todo lo que le interesa a Chile le interesa a la Argentina; y todo lo que le interesa a la Argentina le interesa a Chile”, reiteró ayer. Pero también aclaró en un diálogo con medios chilenos: “Podemos colaborar, pero no podemos resolverle los problemas a una empresa. Las relaciones de los países no pueden estar ligadas al resultado de una sola empresa sino que tienen intereses que son mucho más amplios”.

Moreno avaló las afirmaciones de Timerman, con la salvedad de su aclaración acerca de que le preocupaba que la empresa de capitales chilenos no fuera discriminada, algo que también ayer remarcó el ministro de Hacienda trasandino, Felipe Larraín. El canciller chileno dijo que más importante que la existencia de alguna dificultad es cómo se la enfrenta, y que en este caso “creemos que es importante que vaya resolviéndose”.

Así las cosas, prevaleció durante la jornada binacional el clima cordial y no “tenso”, como dijo Timerman que había titulado un diario argentino en el anuncio del encuentro. “No soy yo el que lo desmiente, sino la realidad”, ironizó. Moreno sonrió.

Fueron dos reuniones paralelas –la Quinta Reunión Binacional de Ministros y la Tercera Reunión de Intendentes Chilenos y Gobernadores Argentinos de la Frontera Común– que arrancaron al mediodía en el Hotel Marriott, en la distinguida comuna capitalina de Las Condes. En la apertura habló el ministro de Interior y Seguridad Pública chileno, Andrés Chadwick, quien destacó que “la unidad e integración ya no es un obstáculo, es una realidad que une”. Timerman resaltó a su vez que “estas reuniones inéditas, por sus dimensiones y alcance, representan un hito en las relaciones bilaterales y ponen de manifiesto que nuestros pueblos comparten un destino común en que la integración perdurará como políticas de Estado”.

Además de las reuniones de las que participaron muchos funcionarios y dirigentes, los cancilleres firmaron catorce acuerdos bilaterales que apuntan a fortalecer la integración (ver Acuerdos de integración).