“En la época en que a la mayoría de los argentinos les iba mal, a algunas pocas empresas les iba bien, en particular al Grupo Clarín”, señaló ayer Amado Boudou en un acto en la Universidad de Quilmes. El vicepresidente en ejercicio del Ejecutivo les apuntó además a los monopolios que buscan destruir la cultura argentina e imponer una extranjera, movida que puede terminar en una “tragedia cultural”. Y usó de ejemplo el escandalete desatado por el paso de la estrella adolescente canadiense Justin Bieber.

Boudou habló en la inauguración de aulas especiales en la universidad, donde estuvo acompañado por el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina; el ministro de Educación, Alberto Sileoni; el presidente de la Afsca, Martín Sabbatella; el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli; el de Comunicación, Alfredo Scoccimarro, y el intendente de Quilmes, Francisco “Barba” Gutiérrez. Allí, valoró la inversión en educación y adelantó que va a superar “este año el 6,5 por ciento del PBI mientras que vamos a usar sólo el dos por ciento para pagar deuda”. Boudou recordó que hasta el 2003 “se utilizaba el cinco por ciento del PBI para pagar la deuda externa y el dos por ciento se invertía en el sistema educativo”.

“Entonces –agregó–, es lógico que a muchos les moleste y les duela. Siempre que hay un proceso de inclusión a algunos les molesta porque es pérdida de privilegios.” También cuestionó –sin nombrarlo– a Justin Bieber, con gran repercusión por suspender su recital alegando una supuesta indisposición. El vicepresidente destacó que “cuando uno ve que en los canales de cable hay solamente cultura de otros países, y perdónenme que me refiera a un hecho que pasó ayer, las cosas terminan como terminaron ayer: con una cultura extrajera que no genera ningún valor nuevo en nuestro país y que termina, yo diría, en una tragedia cultural. Estamos convencidos de que hay que apoyar y poner fondos a la creación y difusión de la cultura argentina, nuestra cultura, diversa, distinta”.