Después de la cumbre inaugural de fin del año pasado y de los recientes cruces entre algunos de sus integrantes, los partidos del arco no peronista volvieron a reunirse ayer para seguir avanzando en el armado de un frente electoral. Referentes de la UCR, el Frente Amplio Progresista (FAP), la Coalición Cívica (CC) y Proyecto Sur ratificaron la “voluntad política” de constituir una alianza de cara al 2015 que “sea un instrumento válido para ganar, gobernar y transformar la Argentina”. Anunciaron la creación de una mesa de trabajo, que se reunirá todas las semanas, y la realización de un acto en el mes de marzo con los principales referentes del espacio, que presentarán una declaración conjunta. “Tenemos la certeza de que los cambios que necesita la Argentina requieren del aporte de todos y por eso expresamos nuestra profunda vocación de construcción conjunta para darle al país una salida a la trampa de optar entre variantes del PJ que reproducen la misma matriz corrupta y mafiosa”, aseguraron los representantes de la CC, Pablo Javkin y Fernando Sánchez.

Se trató de la primera reunión de trabajo luego de anunciar la voluntad de armar el frente electoral, en diciembre pasado. Aunque originalmente habían acordado que serían dos dirigentes por fuerza ayer se reunieron casi una veintena de dirigentes de los seis partidos políticos que forman parte del armado (el FAP incluye al socialismo, el GEN y Libres del Sur). Incluso estuvo el diputado Martín Lousteau, que formó parte del frente porteño Unen, pero que no pertenece formalmente a ningún partido. Por el GEN fue Margarita Stolbizer, por el socialismo Alicia Ciciliani, Ricardo Gil Lavedra y Juan Manuel Casella por la UCR, Alcira Argumedo y Rafael Gentinilini de Proyecto Sur, entre otros.

A partir de ahora comenzará el trabajo de esta comisión en los acuerdos programáticos y en el diseño de las “reglas de juego” del frente. Sin embargo, la presencia de todos los partidos sirvió para dar una nueva muestra de unidad en el marco de los primeros chispazos conocidos días atrás por las declaraciones de Elisa Carrió. La diputada se había pronunciado a favor de hacer una alianza “lo más amplia posible” y rescató a muchos dirigentes del macrismo. Ese planteo fue rechazado por todos los demás integrantes del espacio. Otro conflicto surgió a partir de la reunión entre Hermes Binner y Hugo Moyano. Carrió la criticó fuertemente, marcando otra vez disidencias con sus socios.

“Ruido va a haber siempre porque hay disputa electoral y tenemos matices”, relativizó ayer uno de los integrantes del encuentro, que salió “muy contento” por el clima de diálogo. Ahora empezará el trabajo en privado, por un lado para darle institucionalidad al acuerdo y por el otro para buscar coincidencias en temas de coyuntura política.