EL PAíS › CUATRO DIPUTADOS ELECTOS POR DIFERENTES BOLETAS VAN AL BLOQUE
Crece el peronismo en Diputados
Son tres de la lista de Macri –que vienen del grossismo– y una de la de Ibarra que en realidad prometen apoyar a Kirchner. Hay dos radicales, dos zamoristas, dos liberales –uno de apellido ilustre– y el independiente Bonasso.
Por Eduardo Tagliaferro
No fueron todos unidos, pero igual triunfaron. Aunque los guarismos muestran que la UTE liderada por Mauricio Macri obtuvo cinco de los doce diputados nacionales que se renovaban en el distrito, la mitad de ellos se encolumnará dentro del bloque peronista. La cosecha continúa con uno de los dos legisladores que ingresaron por Fuerza Porteña, la agrupación de Aníbal Ibarra. Aunque de historia más peronista que todos ellos, Miguel Bonasso no se sumará a la bancada justicialista, ya que como repetidamente afirmó, construirá un bloque propio. Así el peronismo sumaría, sin Bonasso, cuatro diputados en la Cámara baja. Cifra que se acerca a sus mejores performances históricas cuando en 1989 con la oleada que llevó a Carlos Menem a la Rosada obtuvo cinco asientos.
Los cinco diputados que llegan de la mano de Macri al Congreso son: el radical Jorge Vanossi, los peronistas Jorge Argüello, Lucrecia Monti y Cristian Ritondo; y un nombre destinado a no pasar desapercibido, Federico Pinedo. Por Fuerza Porteña ingresan el economista de la CTA, Claudio Lozano y la peronista Juliana Marino. Bonasso obtuvo su banca por el Partido para la República Democrática que también apoya a Ibarra. El Partido de la Ciudad que candidateaba a Jorge Giorno ubicó en el Congreso a la radical Silvana Giúdici. Los otros tres legisladores son Marta de Brasi y Carlos Tinnirello, por el partido de Luis Zamora y Hugo Martini por la agrupación de Patricia Bullrich.
Al cierre de esta edición y computadas oficialmente el 75,78 por ciento de las mesas, los guarismos mostraban que Compromiso Para el Cambio obtenía el 35,16 por ciento de los votos; Fuerza Porteña el 13,48; Autodeterminación y Libertad, 11,99 ciento, el Partido de la Ciudad, 10,2 por ciento, Unión para Recrear 9,64 por ciento y el Partido de la Revolución Democrática, 8,75 por ciento.
Cuando Daniel Scioli se incorporó a la fórmula presidencial, el PJ porteño quedó sin candidato. Lejos estaban de imaginar en ese momento el brillante negocio electoral que harían precisamente, merced al hijo de un hombre que supo hacer brillantes negocios. “Le vamos a sumar tres diputados a Néstor Kirchner”, se ufanaba Argüello ante todos los medios con los que se cruzaba a su paso.
Los tres peronistas de Macri tienen su historia y se remonta a los tiempos de Carlos Grosso en la ciudad y el denominado Frente de Unidad Peronista. Lucrecia Martí es esposa de Eduardo Rollano, conocido hombre del tristemente célebre Concejo Deliberante y hoy mano derecha del titular de la Cámara de Diputados, Eduardo Camaño. Incluso no faltan quienes vieron la mano de Rollano en el encuentro que para la foto de campaña Camaño le regaló a Macri en el Congreso Nacional. Cristian Ritondo, ex funcionario de Eduardo Duhalde en el Ministerio del Interior, no niega su alineación con otro ex hombre fuerte del menemismo, el mendocino que maneja el multimedios América, José Luis Manzano. Queda en claro que esas tres lealtades hacia Kirchner durarán en tanto el apoyo popular que hoy tiene el Presidente se mantenga.
Distinto es el caso de Juliana Marino. Encolumnada con Ibarra desde la elección anterior, no dudó en manifestar su identificación con el santacruceño desde el primer momento. Por cierto que el “paladar negro del kirchnerismo” en el Congreso lo expondrá Bonasso. “Hemos logrado un porcentaje muy alto para una fuerza que apenas tiene dos meses de formación. Eso refleja la influencia positiva que tiene el gobierno nacional. Lo preocupante es que dentro de algunos sectores populares no han percibido lo peligroso que es tener una basa menemista en la Ciudad”, señaló Bonasso a este diario.
Por cierto que más allá de la lógica exacta de los números, el Presidente puso en juego muchas más cosas en esta elección que sumar apoyos en el Congreso. La segunda vuelta probará hasta qué punto el patagónico juega su fortuna a la de Ibarra. Quien puede mostrar un fuerte crecimiento en su bancada es el titular de Autodeterminación y Libertad. A pesar de que desde el 2001 a la fecha Zamora perdió una banca por el conflicto que lo distanció de su ex compañero de bloque, José Roselli, luego de esta elección sumará dos nuevos diputados, con lo que su bloque llegará a tres legisladores.
Merced a los votos de Patricia Bullrich, la derecha obtuvo una banca, la de Martini. Claro que este sector también tendrá varias bajas. Entre los diputados cuyo mandato caduca en diciembre de este año se encuentran Fernanda Ferrero, que llegó de la mano del Partido Federal, Juan Carlos Lynch, del Partido Demócrata de la Ciudad de Buenos Aires, Rafael Martínez Raymonda por el Partido Democráta Progresista y José Fernández Valoni, que llegó por el cavallismo de Acción por la República.
En diciembre también terminarán su mandato la arista Irma Parentella y Fernando Melillo, el frepasista Darío Alessandro, los radicales Marcelo Stubrin, Jesús Rodríguez y Pedro Calvo. También finalizará el mandato de María José Lubertino que ingresó para cubrir la banca del fallecido socialista Alfredo Bravo. Además del radicalismo, las filas de lo que se denomina la centroizquierda también tuvo sus bajas. Luego de que se complete el cuadro con las elecciones bonaerenses, seguramente el peronismo tendrá una fuerte presencia en la Cámara baja. Presencia que puede llegar a ser hegemónica merced a la sangría radical. El desafío para la izquierda tampoco es menor porque ante este escenario también tendrá que demostrar con hechos concretos que es algo más que declamaciones inteligentes.