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El jefe de Gobierno estará obligado a seguir una política de alianzas

Ibarra y Macri se quedaron con dos tercios de la Legislatura, pero sin mayoría propia. Zamora quedó tercero, el resto de la izquierda hizo una mala elección y el radicalismo fue barrido: de once bancas, sobrevivió apenas una sola.

 Por Laura Vales

En la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires las listas de Mauricio Macri y el interbloque de Aníbal Ibarra se quedaron con los dos tercios de las bancas. Macristas e ibarristas serán así primera y segunda minoría, aunque ninguno tendrá mayoría propia para sancionar leyes. Autodeterminación y Libertad, encabezado por la mujer de Luis Zamora, Noemí Olivetto, será en el legislativo local la tercera fuerza con un peso nada despreciable. Sin número para imponerse, el futuro jefe de Gobierno estará obligado a seguir una política de alianzas para obtener la sanción de las leyes que necesite.
Las elecciones de ayer tuvieron como perdedor estrepitoso al radicalismo, que de los once lugares que ocupaba pasará a tener, a partir de diciembre, apenas un representante.
La izquierda tradicional tampoco hizo una buena elección, ya que sólo Vilma Ripoll (IU) consiguió ser reelecta. Otras cuatro bancas (correspondientes al Partido Obrero, el Humanista, Piquete Socialista y uno de los dos escaños que tenía IU) no lograron, en cambio, mantenerse.
Los comicios para renovar a los 60 integrantes del cuerpo fueron especialmente complejos para los votantes por el número de boletas en juego, 38 en total. Macri se presentó con cuatro listas que adhirieron a su candidatura, mientras que Ibarra lo hizo con tres. Anoche cada sector se adjudicaba 24 y 20 bancas respectivamente.
La gran sorpresa del recuento fue el gran número de votos conseguidos por Jorge Giorno, empresario PyME de 55 años prácticamente desconocido hasta ayer, cuya lista (la del Partido por la Ciudad) respaldó a Ibarra obteniendo una respuesta casi tan alta como la oficialista que encabezó Norberto La Porta.
La insólita buena campaña era atribuida a una confusión dentro del cuarto oscuro. “En sus boletas Giorno puso el nombre de Ibarra más grande que en las nuestras”, explicaba anoche un integrante de la nómina de La Porta.
El consultado también señaló que la lista de Giorno tuvo un número más bajo, lo que dentro de los lugares de votación le dio una ubicación privilegiada.
“No esperábamos llegar a tanto”, admitió a Página/12 el propio Giorno, quien atribuyó de todas formas el buen papel “a que hicimos un trabajo fuerte, ya que juntamos 180 ONG y 200 dirigentes barriales que recorrieron la ciudad hablando vecino por vecino”.
De tener una banca en la Legislatura, la suya, el Partido por la Ciudad pasará a sumar ahora entre 7 y 8 legisladores locales.
Renovará su escaño Beatriz Baltroc, quien asumirá junto a otros tres representantes de la lista de Miguel Bonasso, entre ellas el abogado de las empresas recuperadas Diego Kravetz. Laporta, por su parte, entrará junto a Ariel Schiffin, Laura Moresi, Fernando Melillo, Roy Cortyna en un total de 10 lugares.
Las tres listas que respaldaron a Ibarra trabajarán como un interbloque, ya que tanto Giorno como Baltroc anticiparon que mantendrán sus propios bloques.
En las filas de Macri era el sector del ex diputado Santiago de Estrada (Frente de la Esperanza Porteña) quien reunía la mayor cantidad de adhesiones, seguido de su armado en Compromiso para el Cambio, por el que entrará la debutante Marta Michelli. Juan Lynch, de la Alianza de Centro, y Jorge Mercado, de Movimiento Generacional Porteño, liderarán las líneas macristas restantes.
El sector tendrá como natural aliado a los legisladores de Unión para Recrear Buenos Aires, la fuerza de Patricia Bullrich, convertida en el cuarto sector de los disputados porteños.
La Legislatura que se va tuvo una historia complicada: fue electa cuando la Alianza estaba en auge, pero al romperse esa coalición sus distintos componentes se fragmentaron mientras que el PJ, que había conseguido en elaño 2000 un solo diputado, se unificó y ganó fuerza. Con la disgregación y los reacomodamientos posteriores a las jornadas del 19 y 20 de diciembre los 13 bloques iniciales se convirtieron en 24. Esta situación hacía difícil cualquier acuerdo, un escenario que a su vez sumaba confusión porque dentro del bloque del PJ había quienes se ubicaban más cercanos a Ibarra y quienes a Macri. El que viene no será menos complicado, coincidían anoche los consultados de distintas fuerzas.
El método de elección, de sistema D’Hont sin la obligación de superar un piso para acceder a una diputación (en la provincia de Buenos Aires, por ejemplo, hay que obtener un mínimo del 3 por ciento del padrón electoral para entrar en la carrera) acentúa esta dispersión de partidos y sub bloques que el devenir político luego se encarga de acentuar. El sistema, con sus riesgos, es valorado por favorecer la representación de las minorías y garantizar un mayor pluralismo.
Con las elecciones realizadas en la Ciudad, la Legislatura se renovó por última vez en forma completa. De ahora en más el recambio se hará por mitades cada dos años.
Una vez asumidos los nuevos representantes, se sortearán los nombres de 30 diputados que terminarán su mandato en el año 2005 y de 30 que seguirán hasta el 2007.

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Las 60 bancas de la Legislatura porteña fueron renovadas ayer, con 38 boletas diferentes.
Tanta confusión dio sorpresas, como los siete u ocho legisladores que tiene el ignoto Giorno.
 
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