El Tribunal Oral Federal Nº 1 de San Martín comenzó a juzgar ayer al represor Reinaldo Benito Bignone y a otros diez acusados de cometer delitos de lesa humanidad contra obreros de fábricas de la zona norte del Gran Buenos Aires y, en algunos casos, contra sus familiares, durante la última dictadura cívico-militar. Previo al inicio de los testimonios, el presidente del TOF1, Héctor Sagretti, informó que por carecer de juez sustituto, no se integrarán más causas durante el avance del juicio. Así, el expediente que investiga la responsabilidad de tres ex gerentes de Ford en el secuestro de trabajadores de esa automotriz quedará para un próximo debate oral.

A primera hora, la hipótesis que circulaba entre las partes que tienen rol en el juicio que comenzó ayer era que no sólo el expediente de Ford, sino otros que investigan delitos de lesa humanidad cometidos en otras empresas de la zona serían incorporados al debate a partir de septiembre. Sin embargo, Sagretti descartó definitivamente la chance al comienzo de la audiencia, luego de informar la falta del cuarto juez. “Casación había citado como cuarto juez a Germán Castelli, quien se excusó de participar por tener audiencias en su propio juzgado los días de debate. Sin cuarto juez, que es necesario para los procesos de larga duración, los jueces del tribunal decidieron acortar lo más posible el debate oral, con lo cual no harán posibles incorporaciones de más casos”, explicó a este diario Pablo Llonto, abogado de las familias de varias víctimas en el juicio.

Así, la posibilidad de que la causa que investiga a tres ex gerentes de la planta que la Ford tiene en Pacheco por el secuestro de varios de sus trabajadores y la instalación de un centro clandestino de detención en el predio de la fábrica pueda ingresar en el debate oral quedó trunca. Un recurso de Casación que lograron las defensas de los empresarios para pedir la nulidad de la causa lo evitó, ya que los jueces decidieron suspender el proceso de ofrecimiento de prueba. “El TOF supeditó el avance hacia el juicio a la decisión de Casación, lo que no nos parece la mejor decisión. El pedido de nulidad no es algo nuevo, cuenta con el rechazo de dos instancias previas y sólo apunta a dilatar. No se puede más que decir que los recursos dilatorios de las defensas dieron resultados”, explicó el abogado de las víctimas en esta causa, Tomás Ojea Quintana.

Tras comunicar la falta de un cuarto juez, el TOF dispuso la lectura de los requerimientos de elevación a juicio de la fiscalía y ofreció la palabra a los siete acusados, entre los que figuran, además de Bignone y Santiago Riveros, Luis Sadi Pepa, Juan Carlos Gerardi, Roberto Julio Rossin, Alejandro Puertas, Héctor Omar Maldonado, Juan Demetrio Luna, Rodolfo Emilio Feroglio, Carlos Daniel Caimi y Eugenio Guañabens Perelló. Ninguno quiso expresarse.

Recién después comenzaron los testimonios correspondientes a la causa que investiga detenciones y desapariciones de obreros de los astilleros de la zona norte del Gran Buenos Aires Astarsa y Mestrina. Las víctimas de Astarsa son dos de sus obreros, uno fue secuestrado y otro asesinado. En el caso de Mestrina, se analiza el secuestro de seis de sus trabajadores, a quienes un camión del Ejército se los llevó de la misma fábrica. Ante el TOF1 de San Martín, integrado por Sagretti, Marta Milloc y Diego Barroetabeña, testificaron tres familiares de las víctimas, el ex obrero sobreviviente Jorge Belarde y otros cuatro testigos durante la tarde. “Uno de los testigos en el expediente de Mestrina contó que el 25 de marzo de 1976, el Ejército entró en el astillero y llamó uno por uno a los trabajadores que figuraban en una lista que habían conseguido de la oficina de personal”, reconstruyó Llonto. Los seis obreros están desaparecidos.

En el juicio que empezó ayer, el undécimo de la megacausa de Campo de Mayo, serán debatidas sucesivamente seis causas que agrupan 23 casos con más de 60 víctimas, en su mayoría trabajadores (y en algunos casos sus familiares) de los astilleros, de los establecimientos ceramistas Cattáneo y Lozadur y de la metalúrgica Bopavi.