Gendarmería reprimió ayer a manifestantes de izquierda que cortaban la Panamericana en reclamo por los despidos y las suspensiones en la autopartista Lear. Unas diez personas resultaron heridas, según denunciaron desde las agrupaciones, tras los incidentes durante el desalojo de la autopista por parte de la fuerza de seguridad.

Los integrantes de partidos de izquierda habían bloqueado la Panamericana a la altura del kilómetro 35 de la colectora ramal Campana, en adhesión a los operarios de Lear que reclaman por la reincorporación de cien despedidos y el cese de las suspensiones.

La Policía Bonaerense había intentado contener el bloqueo, pero hacia las 7, los manifestantes lograron cortar la autopista. Gendarmería comenzó luego el desalojo y arrojó agua con carros hidrantes a quienes protestaban, además de gases lacrimógenos.

Desde las agrupaciones respondieron a la represión de la fuerza de seguridad con piedras. El delegado de la Comisión Interna de la gráfica RR Donnelley, Jorge Medina, consideró luego que “fue un operativo desmedido” y denunció “varios compañeros heridos”. “Más de diez, seguro”, remarcó.

Tras los disturbios, organizaciones sociales, gremiales y legisladores repudiaron el accionar de Gendarmería. El Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) denunció que “se privilegió la intervención directa y la represión por sobre una mediación política que pudiera gestionar el conflicto” y reclamó buscar “soluciones políticas” y defender “el abordaje no violento” de protestas y manifestaciones.

Más avanzada la mañana, un grupo, también en adhesión a los trabajadores de Lear, cortó el tránsito en la esquina de las avenidas Callao y Corrientes. La Policía Federal también desalojó a los manifestantes y detuvo, al menos, a un representante de las agrupaciones de izquierda.