Domingo, 13 de julio de 2014 | Hoy
EL PAíS › EL FISCAL MARCELO GARCIA BERRO HABLA DE LA REPRESION DE LA DICTADURA EN EL NORTE DEL CONURBANO
Esta semana empezó el undécimo juicio en la megacausa de Campo de Mayo, enfocado en delitos de lesa humanidad de los que fueron víctimas trabajadores. García Berro participa en ese debate y advierte sobre el papel que jugaron las empresas.
Por Ailín Bullentini
El fiscal Marcelo García Berro participó de todos los juicios orales que analizaron los delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico militar en el norte del Gran Buenos Aires, bajo la jurisdicción de Campo de Mayo, y aduce una “memoria traicionera” al inicio de la entrevista. Sin embargo, cuando es consultado por la particularidad del debate que comenzó esta semana en los tribunales de San Martín, el undécimo de la megacausa conocida con ese mismo nombre no duda: “Son varias causas en las que particularmente se investiga la represión durante la última dictadura en contra de obreros de la zona norte del Gran Buenos Aires”, resume al inicio de un análisis en el que también lamenta que la causa de Ford haya quedado afuera. “Es el caso más emblemático de persecución a obreros”, remarcó.
–¿Qué posibilita la unificación de las causas en base a los roles de las víctimas?
–Puestas en conjunto exhiben cómo todo el aparato represivo del terrorismo de Estado estuvo puesto a reprimir a la clase trabajadora. Era gente que reclamaba por mayores beneficios, más seguridad en el trabajo, por mayores salarios y fue perseguida por eso. El análisis en conjunto de estas causas nos ofrece una comprensión más clara y ordenada de cómo, en definitiva, el obrero también fue transformado en enemigo. No siempre porque para las autoridades militares lo fuera, sino porque lo eran de sus patrones. A mi modo de ver, hay causas en las que está investigado y probado de manera acabada, como en los casos de Ford o Mercedes Benz, que claramente a la patronal le convenía que estas personas fueran sacadas, en la mayoría de los casos brutalmente, fuera de las fábricas porque sus reclamos molestaban. La represión era funcional tanto al gobierno militar como a los dueños de estas grandes empresas.
–¿Considera que el juicio aportará al avance de la Justicia en la vía de la responsabilidad civil en los crímenes de la última dictadura?
–La Fiscalía entiende que sí, que puede haber aportes. Durante la instrucción de los casos no se ha puesto demasiado el ojo sobre esta pata civil en los secuestros, en las entregas. Hay testimonios que no dejan dudas, pero no se ha continuado en esa línea en todas las causas. A partir del juicio oral tenemos la esperanza de encontrar puntas que permitan efectivamente mandar a investigar eventualmente y luego someter a juicio a las personas que formaron parte de esta pata civil.
–Antes mencionó a las patronales. ¿Y el sector señalado como “la burocracia sindical”?
–Sobre la burocracia sindical lo que ha surgido directamente en las primeras audiencias es que en definitiva muchas de las víctimas formaban parte de agrupaciones gremiales que estaban enemistadas con el sindicato oficial, con lo cual, todo el aporte que permita una investigación más seria y profunda va a ser bienvenido para efectivamente determinar si hubo colaboración o complicidad de directivos de gremios oficiales en los secuestros, desapariciones, muertes.
–La causa Ford finalmente quedó afuera de este debate. ¿Su ausencia tiene alguna implicancia?
–No le quita fuerza al juicio, pero lastima, sí. Todas las causas que se ventilarán en el debate han venido a ser una especie de muestra de cómo se ha reprimido a los obreros de la zona norte del Gran Buenos Aires. En ese sentido, la que estudió los delitos sufridos por empleados de la planta de Pacheco de la Ford es la más emblemática por la envergadura de la empresa y porque hay civiles indagados y procesados.
–El juicio es emblemático porque sus víctimas fueron obreros: ¿qué características tienen los testigos de cada causa?
–Muchas personas que podrían haber participado del juicio han fallecido, con lo cual la única posibilidad que tenemos de recuperar su versión es a partir de la lectura, siempre y cuando se haya tomado su declaración en instrucción. Hay gente que le cuesta más hablar y recordar, hay que gente a la que le cuesta menos, que está muy dispuesta a dar su testimonio. Pero lo principal es que son causas que no tienen demasiados sobrevivientes: la gran mayoría de víctimas permanecen desaparecidas, hay muy pocos casos en los que los cuerpos fueron recuperados, por tal motivo hay acusaciones de homicidios, y menos que han logrado sobrevivir. En el caso de Ford, la mayoría de las víctimas están vivas, pero en los astilleros, la represión fue brutal. Cuesta encontrar personas allí que hayan sobrevivido a la represión del Estado.
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