El presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, ratificó su aspiración de ser candidato presidencial en 2015, aunque aclaró que la fórmula del oficialismo para suceder a Cristina Fernández de Kirchner "no debe surgir de la propia ambición política personal" y cuestionó a quienes se "autoproclaman". "Me parece mucho más importante construir y debatir una idea de país, una visión estratégica de Argentina y una generación que esté dispuesta a defender el modelo de Nación que queremos para los próximos años", sostuvo Domínguez.

"¿Qué político no quiere ser presidente, o qué cura no aspira a ser Papa?", preguntó Domínguez para contestar la consulta periodística sobre si iba a participar de las primarias del Frente para la Victoria como candidato presidencial en agosto del año próximo. La referencia religiosa no fue casual, ya que el diputado participaba en Corrientes de la celebración de la Virgen de Itatí. Allí, también se reunió con referentes locales del Grupo San Martín --que respalda su precandidatura-- para lanzar la propuesta de "fundar 100 nuevas ciudades en el norte argentino". De todas maneras, Domínguez aclaró que una posible candidatura "no debe surgir de la propia ambición política personal" sino del resultante "de un proyecto de país, de un sueño de una generación que mamó treinta años de democracia". Luego, agregó que una candidatura "no puede ser una autoproclamación personal", en una crítica indirecta a otros postulantes del oficialismo, pero sin dar nombres.

"Creo que la democracia requiere una construcción de un proceso mucho más colectivo que individual. El pronunciamiento no debe estar vinculado con un deseo personal sino con un sueño colectivo", señaló Domínguez tras definirse como "un peronista que votó siempre la boleta completa del partido" y un "defensor de la institucionalidad de los partidos políticos como un instrumento que garantiza la representación y coherencia de la voluntad del pueblo argentino".