Jueves, 17 de julio de 2014 | Hoy
EL PAíS › EL TESTIMONIO DE UNA EXPERTA DEL EAAF SOBRE EL CRIMEN DE OLGA NOEMI CASADO
En el juicio por los delitos de lesa humanidad cometidos en La Cacha, Patricia Bernardi, del Equipo de Antropología Forense, explicó que Casado "fue asesinada el 1º de marzo de 1978", cuando tenía 17 años y estaba embarazada.
Por Ailín Bullentini
La coordinadora del área de Laboratorio del Equipo Argentino de Antropología Forense, Patricia Bernardi, relató ante el Tribunal Oral Federal número 1 de La Plata las condiciones y pasos técnicos a través de los que el EAAF identificó los restos de Olga Noemí Casado, una joven militante de Montoneros, 35 años después de su desaparición. Casado fue una de las tantas víctimas de la última dictadura cívico-militar cuyo secuestro, torturas y homicidio se ventilan en el juicio que se desarrolla por los crímenes de lesa humanidad que tuvieron lugar en el centro clandestino conocido como La Cacha, que funcionó en La Plata. Además del caso de Casado, que al momento de ser secuestrada estaba embarazada de ocho meses, Bernardi se explayó sobre el trabajo de la identificación de los cuerpos de otras víctimas del terrorismo de Estado que no integran el debate oral.
La experta en antropología forense fue detallista al compartir la información sobre la identificación de Casado. "Desde el punto de vista de la genética, la comparación arrojó un resultado positivo del 99,99 por ciento respecto de que los restos exhumados correspondían a quien en vida fue Olga Noemí Casado", apuntó. La joven, según confirmó en base al trabajo realizado por ella y el equipo de antropólogos, "fue asesinada el 1º de marzo de 1978, recibió al menos seis impactos de bala".
La testigo puntualizó que el EAAF llegó a los restos de la joven militante, que al momento de ser secuestrada, en noviembre de 1977, tenía 17 años y estaba embarazada de ocho meses, a través del análisis de "actas de inhumación de cuerpos NN en el cementerio de La Plata". Era 2009. En esos registros encontraron el ingreso de "un cuerpo de sexo femenino de edad joven, de aproximadamente 25 años, hallado el 1º de marzo de '78" y cuyo certificado de defunción firmado por un médico de la policía "pone como causa de muerte hemorragia interna aguda por un impacto de arma de fuego". Según las reglas de procedimiento del organismo forense, el segundo paso fue la exhumación del cuerpo.
Los profesionales registraron en los huesos marcas de al menos seis impactos de bala, dos de ellos en el cráneo, otros en la clavícula, el húmero y las costillas. "Las lesiones eran bastante claras para determinar que la causa de muerte fue el impacto de al menos seis proyectiles", aseguró, aunque advirtió que junto al cuerpo de Casado se encontraron "al menos 17 proyectiles más, que es probable que hayan estado alojados en sus partes blandas y con el proceso de la descomposición hayan quedado en la fosa".
La identificación de los restos de Casado no fue difícil debido a que "la familia se presentó y dio muestras de su sangre. Las muestras de la mamá, el papá y sus hermanos permitieron armar de manera completa el perfil genético de Olga", apuntó la profesional. En base a la investigación preliminar que realiza el EAAF respecto de "fuentes orales y escritas con el propósito de sistematizar y plantear hipótesis de quienes podrían ser las personas a exhumar", pudieron certificar que Casado había estado detenida de manera clandestina en La Cacha. Allí dio a luz a su beba. En el cementerio de La Plata, también inhumado como NN, fue identificado el compañero de Casado y el padre de su hija, Juan Oscar Cugura, que había sido secuestrado un mes antes que ella.
El testimonio de Bernardi es el primero que llega tras la ampliación de las acusaciones a "homicidio doblemente calificado" que el TOF número 1 de La Plata aceptó para la mayoría de los imputados sobre los casos de Casado y Laura Carlotto, la hija de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto. Hasta el viernes pasado, 19 de los 21 imputados estaban siendo juzgados por privación ilegítima de la libertad y aplicación de tormentos --los dos restantes enfrentaban la responsabilidad por el asesinato de Marcelo Bettini--. Pero de manera unánime las querellas, incluso la Fiscalía, solicitaron ampliar la acusación en cuanto a los casos de las dos jóvenes: la familia Carlotto recuperó el cuerpo de Laura durante la dictadura; la de Casado en 2012, con lo cual en ambos casos quedó probado el asesinato.
Bernardi también brindó detalles sobre la identificación de los restos de otras víctimas del terrorismo de Estado, aunque se trata de crímenes no incluidos en el juicio en curso. Contó que exhumaron los restos de ocho personas, cuatro hombres y cuatro mujeres, de los que sólo pudieron identificar a cuatro hasta el momento: Claudio Bogliano, Stella Maris Bojorje y el matrimonio de César Sanemeterio y María Hilda Delgadillo. También mencionó que identificaron, en el cementerio de Avellaneda, los restos de los hermanos María Magdalena y Pablo Mainer, y de Octavio Barrenese.
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