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Margarita Stolbizer habla, no para de hablar. Está más que entusiasmada por el resultado de los comicios del domingo. Se sabe la sorpresa pero al mismo tiempo reniega de ese calificativo. “Es el resultado del trabajo, de la coherencia y del esfuerzo y el ejemplo de gestión de nuestros intendentes”, dice, para luego tomarse un respiro y continuar hablando: “Somos nuevamente la segunda fuerza del país y estamos en condiciones para conformar una alternativa seria y responsable”. Claro, esto no significa repetir la Alianza pero asegura que este “resurgir” de su partido lo convierte en la “columna vertebral” de lo que se viene.
–¿Qué evaluación hace del resultado de los comicios?
–En primer lugar, la UCR ha demostrado que sigue siendo la segunda fuerza política de la provincia de Buenos Aires, pero también del país. El resto de las experiencias políticas que se desarrollaron hasta el momento fueron simples estrellas fugaces. Pero más allá de esto, creo que nuestra elección nos sobreexige la tarea de control que debemos cumplir. Esto es fundamental porque estamos frente a un justicialismo que se muestra hegemónico con todo lo que ello significa porque el PJ suele ser débil ante la tentación del abuso de poder cuando es mayoría.
–¿Estamos entonces frente a un resurgimiento del bipartidismo que tanto pregonó Raúl Alfonsín?
–No quiero entrar en esta discusión. Lo que sí creo es que se produjo un retorno de votos que siempre fueron radicales y que por diferentes motivos migraron hacia el partido de (Ricardo) López Murphy y de (Elisa) Carrió. Esto demuestra que se está produciendo un cambio profundo que nos convierte en el eje de lo que podría convertirse en un polo progresista no peronista alternativo.
–¿Es decir que no desechan la intención de insistir con alianzas, frentes, si usted así lo quiere?
–No podemos ignorar que venimos de una experiencia frustrante como fue la Alianza que se concretó simplemente para ganar unas elecciones y que después terminó repitiendo las prácticas que tanto se criticaron. Se ganó y sólo sirvió para repartir puestos y espacios políticos. Ahora es preciso comenzar a construir una alternativa al modelo social y económico que se vive en la provincia de Buenos Aires. Debemos trabajar para desterrar el viejo modelo clientelar que se nutre de la pobreza y marginación que el PJ consolidó.
–Muy bien, pero con quién construirá ese frente.
–No creo que sea conveniente dar nombres pero sí puedo afirmar que la UCR será la columna vertebral porque hemos dado muestra, en la provincia, de que tenemos legitimidad que se nutre de la capacidad de gobierno que tienen nuestros intendentes.
–Bueno, pero con alguien tiene que tener coincidencias.
–Reitero que no hablo de recrear la Alianza pero sí de recuperar a los que creen en nuestros valores y en su momento se sintieron traicionados. Es obvio que no podrá estar López Murphy, pero sí algunos de los dirigentes que allí están. Algo similar ocurre con el ARI. Lo que pretendemos no es una alianza de partidos sino incorporar estrategias para consolidar un modelo de país a diez o veinte años
–¿Y esta consolidación como segunda fuerza y de una alternativa, cómo se expresa, por ejemplo, en la Cámara de Diputados?
–Debemos capitalizar lo cosechado para mejorar la representación y modificar algunas prácticas políticas que no le hacen bien al radicalismo. Es preciso trabajar en la generación de consensos, con posiciones críticas pero al mismo tiempo constructivas y no en las viejas componendas que se realizan a cambio de cargos y designaciones.
–¿Con este resultado, la sociedad comenzó a perdonar a la UCR?
–No sé. Ahora volvimos a estar en la consideración de la gente porque nosotros fuimos coherentes y llegamos a este lugar con humildad, esfuerzo y sin recursos.