EL MUNDO › SEGUNDA FASE DE LA INVESTIGACION SOBRE KELLY
Los tres hombres de Blair
Por Marcelo Justo
La segunda fase de la investigación de Lord Hutton sobre las “circunstancias que condujeron a la muerte de David Kelly” comenzó ayer con un anuncio decepcionante. Ni el primer ministro Tony Blair, ni el canciller Jack Straw figuran en la lista de 13 personas que deberán comparecer ante la Alta Corte de Justicia en las próximas dos semanas para esclarecer el aparente suicidio del principal experto en armas biológicas iraquíes del Ministerio de Defensa. En la lista figuran (otra vez) el secretario de defensa Geoff Hoon, el ex jefe de comunicación, Alastair Campbell, y el jefe de Comité Conjunto de Inteligencia, John Scarlett.
El abogado que asiste a Lord Hutton, James Dingemans, señaló que la lista “no era una identificación de posibles responsables”, porque el objetivo de esta segunda fase es aclarar las contradicciones que surgieron tras las cuatro primeras semanas. Dingemans reveló una lista de 15 preguntas que buscará responder en esta fase final de la investigación. Las cuatro primeras se refieren al dossier que presentó hace un año el gobierno sobre armas de destrucción masiva de Irak para justificar la guerra y al papel que cumplió Kelly en la redacción del documento. Las cinco siguientes se centran en los informes de la BBC que acusaban al gobierno de manipular la información de los servicios secretos basándose en una “alta fuente” (Kelly). Y las restantes apuntan a la revelación del nombre del científico a la prensa como la fuente que citaba la BBC.
Ayer la audiencia se centró en las primeras cuatro preguntas. El testigo estrella fue el director de los servicios de inteligencia exteriores, el MI6, Sir Richard Dearlove, quien declaró por enlace de audio sin que se viera su cara, una de las más secretas del Reino Unido.
Dearlove defendió la polémica aseveración del dossier sobre la capacidad de Irak de activar su programa de armas de destrucción masiva en 45 minutos. “Era una fuente confiable que citaba a un alto oficial iraquí, quien se encontraba en una posición de tener esta información”, indicó. Dearlove atacó a Kelly por haber dialogado sobre el dossier con un periodista de la BBC sin contar con la correspondiente autorización de sus superiores. Y negó las alegaciones de Kelly de que los servicios de inteligencia habían estado “desesperados por información” en los días que precedieron a la publicación del documento. Esta declaración contradice la que dieron importantes miembros de los servicios de inteligencia del Ministerio de Defensa en la primera fase de la investigación.