Los restos del militante desaparecido Julio Andrés “Bocha” Pereyra, identificados hace menos de un mes por el Equipo Argentino de Antropología Forense, fueron entregados a sus familiares en un acto en el Juzgado Federal de Corrientes. El joven, oriundo de Formosa, militaba en la Juventud Universitaria Peronista en Resistencia, fue víctima de la masacre de Margarita Belén en diciembre de 1976 y fue hallado en un cementerio de la localidad correntina de Empedrado como NN. Estela Díaz y Florinda Estela Almirón, prima y tía del joven estudiante formoseño fueron quienes recibieron la urna con los restos óseos de manos del juez federal Carlos Vicente Soto Dávila y el presidente del Tribunal Oral, Víctor Alonso, entre otros funcionarios judiciales. “Este es un momento importante para la Justicia federal, que cumple un mandato de la Corte Suprema de Justicia de la Nación”, dijo Soto Dávila a la vez que agregó que “la política de derechos humanos es una política de Estado”, e hizo entrega formal de los restos “para su cristiana sepultura”. Estela Díaz expresó su agradecimiento a las autoridades judiciales y organizaciones de derechos humanos, y afirmó que hay que continuar con el “compromiso de seguir en la búsqueda de los demás desaparecidos, a través de una verdadera justicia y de la verdad”. “Es un encuentro de emociones, por un lado la tristeza por saber la verdad, que el Bocha fue víctima del terrorismo de Estado y que ha sufrido muchísimo y, por otra parte, la reivindicación a partir del reencuentro con sus restos”, dijo Díaz, luego del acto. Agregó que ahora “comienza una nueva etapa de reparación histórica y social de Bocha como referente de la vida estudiantil en Formosa y su militancia política en Chaco y Corrientes”.