Los gremios del transporte propusieron el martes 9 de junio como fecha del paro de 24 horas. Así lo anunciaron ayer, luego de reunirse con el precandidato del Frente Renovador Sergio Massa. Sin embargo, el día de la protesta todavía está en discusión y dependerá de lo que resuelvan las centrales sindicales. La huelga tendrá carácter general ya que, como sucedió en marzo, se paralizarán los transportes y se sumarán las CGT de Hugo Moyano y Luis Barrionuevo, la CTA Autónoma de Pablo Micheli y gremios de la CGT oficial.

El moyanista Juan Carlos Schmid, titular de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), fue el encargado de hablar con los medios tras el encuentro con Massa. “Vamos a llevar como propuesta de coordinación con las centrales obreras que paremos el día 9 de junio”, indicó. Los dirigentes de la CATT se sacaron la foto con el ex intendente de Tigre, en el marco de una serie de encuentros que están realizando con los candidatos a la presidencia. Hasta ahora recibieron a algunos de la oposición, aunque aseguran que también van a convocar a Daniel Scioli.

Mauricio Macri estuvo en abril y les prometió modificar la escala del Impuesto a las Ganancias. Ayer, Massa habló directamente de quitarlo: “Le estamos contando a cada uno de los gremios cómo vamos a eliminar el Impuesto a las Ganancias a partir del 1º de enero”, dijo al salir del lugar, al que concurrió acompañado por el economista Roberto Lavagna y otros colaboradores. También aseguró a los dirigentes que va a “recuperar los fondos de las obras sociales”.

El paro es convocado en reclamo de la modificación de Ganancias –los cambios definidos el mes pasado por Economía son considerados “insuficientes” por el moyanismo–, el rechazo a que el Gobierno ponga un techo del 27 por ciento a las paritarias, el abordaje de la inflación, un aumento de emergencia para los jubilados, el reparto de fondos de las obras sociales y la inseguridad, entre otros puntos.

El titular de La Fraternidad, Omar Maturano, indicó que si bien “inicialmente el paro se iba a realizar el 3 de junio, después de la reunión con Massa se acordó hacerlo el 9 de junio”.

Moyano confirmó el jueves pasado que su CGT se sumará a la huelga, con el mismo esquema del último paro general. Desde la CGT Azul y Blanca del gastronómico Luis Barrionuevo anunciarán su adhesión en los próximos días. Por su parte, la CTA Autónoma dará a conocer mañana la modalidad que adoptará para acompañar el paro.

Barrionuevo y Micheli vienen fogoneando que la protesta sea de 36 horas con movilización, mientras que Moyano tiene la idea que la medida de fuerza sea de 24 horas y sin marcha.

“Más allá de lo que decida la CGT tal vez la CTA se movilice”, declaró sobre el punto Pablo Micheli. El titular de la CTA Autónoma advirtió que “seguramente” desde su sector no van a hacer “lo mismo que los gremios del transporte porque si bien el Impuesto a las Ganancias es importante, no es el único problema ni el principal. Tenemos otros reclamos, como el salario digno y el aumento de las jubilaciones”. La apuesta del estatal es hacer una movilización a la Plaza de Mayo junto a la CGT de Luis Barrionuevo y sectores de la izquierda.

El dirigente indicó que entre hoy y el jueves se reunirá con Moyano y Barrionuevo para acordar la fecha del paro, y aseguró que no se realizará el martes 9, como votó la CATT, sino el miércoles 10 o el jueves 11 junio. Sin embargo, uno de los dirigentes que participa de las negociaciones lo relativizó, indicando que “el tiempo de duración y la modalidad del paro” se definirán en realidad “en una reunión de Moyano” con la cúpula de los gremios del transporte.

El paro será el segundo que el sindicalismo opositor le realiza al Gobierno en este año. El 31 de marzo los gremios del transporte hicieron una huelga nacional de 24 horas con el acompañamiento de la CGT Azopardo, la CGT Azul y Blanca, la CTA Autónoma y algunos gremios de la CGT oficialista, como la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y la Fraternidad, que nuclean a los conductores de micro y los de trenes, por lo que tuvieron un rol clave para garantizar el impacto de la huelga.