El massismo volvió a la carga con la idea de una gran interna de toda la oposición. Tras verse golpeado en las encuestas y ser excluido por la convención radical de Gualeguaychú de un acuerdo con el PRO y la UCR, diversos dirigentes que responden a Sergio Massa insistieron con la necesidad de que toda la oposición se unifique contra el kirchnerismo (lo que implicaría que Massa no se quede afuera de la interna entre radicales, macristas y seguidores de Elisa Carrió). Desde el PRO se apuraron a cerrarle la puerta a Massa.

La idea de la gran interna opositora ya había sido planteada por Gerardo Morales en la convención radical. Tras fracasar en la votación, Morales y el resto de los candidatos a gobernador radicales se alinearon con el acuerdo con el PRO. La merma de dirigentes y un estancamiento en las encuestas parecen haber llevado a Massa a reflotar esa propuesta. Un grupo de intendentes del Frente Renovador la acercó a oídos del principal operador de Macri en la provincia, el ministro de Gobierno, Emilio Monzó. Se llevaron un rotundo “no”.

El primero en insistir con la idea fue el precandidato a gobernador bonaerense Francisco de Narváez, un dirigente con el que los macristas prefieren no repetir historias pasadas. “Si la oposición sigue dividida, el kirchnerismo va a ganar las elecciones. La oposición tiene una obligación histórica”, declamó De Narváez. “Para ponerle punto final al kirchnerismo hay que unirse como hicimos en 2009 y 2013”, puntualizó el Colorado, aunque olvidó mencionar cómo terminaron esas alianzas: la suya con Macri en 2009 concluyó en una pelea de la que nunca lograron volver; la de Macri con Massa concluyó el día después de la elección, cuando comenzaron a competir por la presidencia.

Sin mencionarlo, De Narváez le enrostró a Macri la responsabilidad de que el kirchnerismo no gane, porque si no “correrá con la condena social de haber permitido que la familia Kirchner, como lo ha hecho en los últimos doce años, siga gobernando el país”. “No se pueden poner enfrente situaciones personales o diferencias que claramente tenemos”, sostuvo De Narváez sobre sus viejas rencillas con Macri. Casi como si estuviera haciendo terapia de grupo por la vía de los medios de los que es dueño:

“¿Y esas diferencias nos van a impedir sentarnos a una mesa? Por qué no nos presentamos en conjunto a la sociedad y que la sociedad nos ordene por medio del voto.” “Macri hoy no quiere, pero va a recapacitar sobre esa decisión y va a aceptar”, insistió De Narváez.

El Colorado sostuvo que Massa está convocando a una “gran interna, porque comprende que solo tampoco puede” y reiteró que Macri “se equivocaría feo si piensa que puede ir solo”. De Narváez aseguró que no va a tener “ningún contacto con la gente del PRO excepto que esto sea en el marco de una cuestión pública”.

A De Narváez se sumó el intendente electo de la ciudad de Salta, Gustavo Sáenz, que le trajo a Massa la única alegría de las últimas elecciones provinciales. Sáenz compitió con el candidato macrista Guillermo Durand Cornejo en las PASO salteñas y lo derrotó. Pidió que ese ejemplo sea “el preludio de un acuerdo entre Macri y Massa”.

La mesa chica del PRO, sin embargo, clausuró ayer la posibilidad de un acuerdo con Massa, algo que ya manifestaron a lo largo de todo este año.

Del encuentro cumbre participaron, además de Macri y Monzó, la vicejefa porteña y candidata a gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal; el consultor ecuatoriano Jaime Duran Barba; el jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, y el secretario general Marcos Peña. Allí definieron que no habrá interna con De Narváez. “El PRO va solo en provincia”, fue la respuesta a la larga serie de argumentos que lanzó el massismo para intentar forzar un acuerdo.

Tampoco logró romper esa decisión el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, quien debió declinar su candidatura a gobernador al no contar con apoyo para ingresar a una interna. El PRO negocia otorgarle al radicalismo la candidatura a vicegobernador: se menciona al intendente de Chascomús, Juan Gobbi, para ocupar ese lugar. Los avances del Frente Renovador parecen no tener futuro en ese esquema.