El subsecretario de Política Criminal y coordinador de la Unidad Especial de Investigación del atentado a la AMIA, Luciano Hazan, aseguró que el juicio por la desviación de la investigación “molesta a otra gente además de los imputados” y recordó que hubo “una estructura judicial a la que tampoco le resultaba amigable que el proceso se lleve adelante”.

Ante el inminente inicio del juicio al ex presidente Carlos Menem, al ex titular de las SIDE Hugo Anzorreguy y al ex juez Juan José Galeano, entre otros, Hazan expresó su expectativa “de que arranque con fuerza, justamente por las demoras y por la necesidad de dar respuesta a las víctimas y a la sociedad”. “Hay mucha gente que en todos estos años no quiso que el juicio se llevara adelante”, afirmó, y destacó que “se va a juzgar una gran maniobra orquestada desde distintos poderes del Estado, a distintos niveles, incluyendo el Ejecutivo, la Secretaría de Inteligencia, el Ministerio Público Fiscal, el Poder Judicial, la Policía Federal, la de la provincia de Buenos Aires”. “Además pone la lupa sobre las prácticas de la Justicia federal” y “la manera de trabajar con los servicios de Inteligencia”. “Esto claramente impactó en los plazos del proceso. No es casual que hubo una decisión de la Corte Suprema admitiendo una queja por letargo de justicia en la Cámara de Casación”, advirtió. Hazan agregó que el trabajo con las otras cinco querellas es “muy coordinado” y que coinciden en el objetivo de que el proceso “vaya a lo medular pronto”.