Jueves, 27 de agosto de 2015 | Hoy
EL PAíS › DEBATE Y CHICANAS POR LA ELECCIóN EN TUCUMáN Y EL CRIMEN EN JUJUY
Desde la oposición propusieron dos duras declaraciones de repudio. El oficialismo coincidió en rechazar “todo tipo de violencia”, pero acusó a los bloques opositores de buscar un rédito político. No hubo consenso y las propuestas pasaron a comisión.
Por Sebastian Abrevaya
En un clima de tensión, el oficialismo y la oposición mantuvieron en el Senado fuertes contrapuntos por dos temas que concentraron la atención política en las últimas semanas. Por un lado, la violenta represión a una manifestación en Tucumán tras las elecciones provinciales del último domingo y, por el otro, el homicidio del joven Ariel Velásquez, fallecido hace siete días en Jujuy. Las senadoras radicales Silvia Elías de Pérez y Laura Montero y las peronistas Beatriz Rojkés de Alperovich y Liliana Fellner protagonizaron los cruces, que incluyeron descalificaciones personales. Desde la oposición propusieron que el Senado apruebe dos duras declaraciones de repudio por esos hechos, mientras que desde el oficialismo compartieron el rechazo a “todo tipo de violencia”, pero discreparon con el contenido de los textos y replicaron que la oposición pretende obtener un rédito político de esas situaciones. Ante la falta de consenso y la imposibilidad opositora de imponer el tratamiento sobre tablas, las iniciativas fueron enviadas a comisión por pedido del FpV.
Ya desde el martes se prenunciaba una sesión conflictiva, en la que el radicalismo se preparaba para replicar en el Senado y también en Diputados sus acusaciones contra el kirchnerismo. Con eso en vista, se modificó el orden habitual de las sesiones para aprobar primero los pliegos remitidos por la Comisión de Acuerdos (ver página 11) y luego tratar los proyectos de declaración.
El momento más tenso fue cuando Rojkés de Alperovich, esposa del gobernador tucumano, respondió los dichos de su comprovinciana. La legisladora peronista leyó buena parte de su intervención, “para ser cuidadosa” con sus palabras. “Hablar de clientelismo y compra de votos es subestimar a los ciudadanos y tratar de mostrar a la democracia como vulnerable”, arrancó Rojkés, en referencia a las denuncias días previos a la votación en la que resultó electo gobernador Juan Manzur (con el 54 por ciento de los votos) frente al radical José Cano (con el 40 por ciento).
La senadora criticó la actitud “muy irresponsable” de sus competidores al hablar de “fraude” y señaló que “las denuncias no se hicieron ante la Justicia, sino en los medios”. Responsabilizó a Elías de Pérez de ser “una de las que más ha hecho para contribuir a la violencia” que se vivió en la represión de la manifestación convocada a la Plaza Independencia. Luego de cuestionar levemente la actitud de la policía, como había hecho ya el gobernador, la senadora se quitó los anteojos de leer y fue subiendo de tono: denunció insultos contra su familia, la destrucción de la Casa de Tucumán en Buenos Aires, su casa y la de Manzur, entre otros agravios. También citó a un economista opositor que convocó en las redes sociales a “incendiar la casa de gobierno y romper todo”. “No podemos avalar ningún tipo de violencia. Nosotros somos gente decente, somos gente de trabajo. A mí no me avala ni La Nación ni Clarín”, agregó, en referencia a la oposición provincial. Pero el momento más tenso fue cuando comparó a Elías de Pérez con “una mujer golpeada” porque debió declinar su candidatura a intendenta de San Miguel a raíz del acuerdo de Cano con Domingo Amaya, actual intendente y referente del PJ disidente. “La violencia se da de a dos, como en el matrimonio de violentos y golpeados”, remató Rojkés, responsabilizando a la mujer en casos de violencia de género.
Previamente, la senadora radical había recordado críticas de la presidenta Cristina Kirchner, cuando era senadora, por la quema de urnas en Catamarca, responsabilidad de Luis Barrionuevo. Además, detalló la actitud de “violencia y barbaridad” policial durante la noche del lunes.
El senador por Tucumán Sergio Mansilla tenía en su banca un cartelito escrito en birome, donde recordaba los 14 puntos de diferencia entre los dos candidatos. “Les duele que hayan perdido la elección. Tengan la grandeza de reconocerlo”, reclamó Mansilla, quien se remitió a los dichos del presidente de la Corte tucumana sobre la transparencia de los comicios. El senador aseguró que el primero en quemar una urna fue un candidato opositor, que está detenido, y que, en cualquier caso, esa situación también afectó los votos del FpV.
Otros bloques opositores compartieron el planteo de la UCR, aunque la peronista disidente Liliana Negre de Alonso aclaró que también se deben “respetar los resultados electorales”. Encargado del cierre, el jefe del bloque oficialista, Miguel Pichetto, recordó que este mismo año le tocó reconocer su derrota en Río Negro pocas horas después de la votación. “Los dirigentes tenemos responsabilidad sobre los hechos. No hay que hablar de fraude alegremente. También es violencia no aceptar el resultado. Hay grupos de poder que están tratando de imponer este escenario para la elección de octubre”, concluyó.
En medio, algunos opositores reclamaron un cambio en el sistema de votación antes de las presidenciales, algo que fue rechazado por Juan Manuel Abal Medina: “El sistema electoral que están criticando es el que nos puso en este lugar a todos, y quitarle legitimidad es quitarnos legitimidad a no- sotros mismos”, aseguró y remarcó la imposibilidad de hacerlo en un proceso electoral ya abierto.
Cuando la tensión comenzaba a disiparse, Montero, vice del bloque radical, propuso una declaración de repudio similar, esta vez por el asesinato de Ariel Velásquez. En verdad, es el senador y candidato a gobernador jujeño Gerardo Morales el principal impulsor de este tema, pero según sus voceros “no podía salir de Jujuy” por la situación provincial. El proyecto condenaba la “violencia política de cualquier signo que en la provincia de Jujuy se cobró la vida del joven militante radical”.
Inmediatamente, la senadora y esposa del gobernador Eduardo Fellner refutó esa idea. Reveló que, según la Justicia, “no existirían vinculaciones políticas de ningún sector ni ajustes de cuentas vinculados a ilícitos de estupefacientes” y que el propio Velásquez declaró antes de ingresar al hospital que sufrió un intento de robo. “Lo que tengo que repudiar y con toda mi energía es la utilización política de una muerte. No hay derecho, no es de personas de bien”, remató Liliana Fellner. La senadora informó que hay tres detenidos, uno de ellos se entregó como autor material, y que se están terminando las pericias, pero según la Justicia el crimen “hasta el momento no tiene vinculación política”.
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