Entusiasmados por el resultado de las elecciones del domingo, los radicales reunieron ayer a sus principales figuras y volvieron a darle vida a la histórica sede de la calle Alsina. Con Ernesto Sanz a la cabeza, se pronunciaron a favor de “construir consensos” con otras fuerzas políticas de cara al ballottage, incluidos los espacios liderados por Sergio Massa (UNA), Margarita Stolbizer (Progresistas) y Adolfo Rodríguez Saá (Compromiso Federal). “Somos protagonistas. Hemos obtenido un resultado electoral extraordinario. La UCR está absolutamente comprometida, de cabeza, para que el 22 de noviembre el frente Cambiemos gane el ballottage”, aseguró ayer Sanz, luego de repasar los cargos que sus correligionarios supieron conseguir, incluidas las gobernaciones, intendencias, los legisladores nacionales y provinciales. Para tratar de mostrarse como el partido fuerte de Cambiemos, el 6 de noviembre realizarán un encuentro en Santa Fe, donde prometen juntar a sus más de 400 jefes municipales, entre otros dirigentes nacionales.

Los radicales iban ingresando ayer al tercer piso del Comité Nacional entre abrazos y felicitaciones mutuas. Hubo aplausos especiales para Gerardo Morales, gobernador electo de Jujuy, que se convirtió para los boina blanca en el máximo ganador del domingo. Le sumó la tercera gobernación a la UCR, que sólo contaba con la Corrientes y este año recuperó la de Mendoza, en manos de Alfredo Cornejo. Aunque el número está bastante lejos de las ocho gobernaciones que soñaban originalmente, la sorpresa de colocar un vicegobernador en Buenos Aires compensó el panorama. “La elección fue buena”, reconocía moderadamente uno de los detractores de limitar el acuerdo electoral sólo con el PRO. Para los impulsores de un acuerdo “amplio” que incluyera a Massa y a Macri, la elección para la UCR podría haber sido mucho mejor.

“Con todo orgullo hemos constituido este frente que hoy es el vehículo que está canalizando el anhelo de cambio; queremos reivindicar el aporte fundamental, cualitativo y cuantitativo, que el radicalismo ha hecho al frente, al sistema democrático y a la idea de cambio”, resaltó ayer Sanz, reivindicando la estrategia trazada por él y subrayando la posición del radicalismo como el actor central de la alianza con Macri y Elisa Carrió.

El clima en el radicalismo era más que positivo. La idea de formar parte de un gobierno, luego de la segunda vuelta, el 22 de noviembre, generaba grandes expectativas. Según sus propios datos, Cambiemos tendrá un bloque de 91 diputados y 17 senadores en el Congreso Nacional. Si bien en la Cámara baja no les alcanzará para lograr el quórum (129 diputados) el problema más grande lo tendrán en el Senado, donde el PJ tiene mayoría propia (38 bancas sobre un total de 72). En este contexto, ayer los radicales se pronunciaron a favor de buscar acuerdos con los otros espacios que quedaron fuera del ballottage. No sólo pensando en la necesidad de vencer al Frente para la Victoria, sino de garantizar la gobernabilidad en caso de acceder a la Casa Rosada.

En un documento difundido ayer con la firma de Sanz y la presidenta de la Convención Nacional, Lilia Puig de Stubrin, los radicales plasmaron el guiño político a las otras fuerzas: “Así como nos hicimos cargo de la responsabilidad de contribuir a formar una coalición electoral plural y competitiva, ahora los radicales estamos también dispuestos a implicarnos activamente en la búsqueda de acuerdos políticos que puedan garantizar la victoria el 22 de noviembre y dar potencia transformadora al futuro gobierno”, expresaron.

Además de Sanz, Morales y Puig de Stubrin, ayer estaban los legisladores nacionales Mario Negri, Angel Rozas, Luis Naidenoff, los ex candidatos a la gobernación José Cano (Tucumán) y Eduardo Costa (Santa Cruz), los vicegobernadores electos Laura Montero (Mendoza) y Daniel Salvador (Buenos Aires), uno de los más aplaudidos de la noche. También había intendentes como Ramón Mestre de Córdoba, José Corral de Santa Fe y el recientemente electo, Sergio Varisco de Paraná. El principal ausente fue Julio Cobos, que triunfó como senador en Mendoza y todavía no había llegado a la Capital Federal al momento del acto.