Desde Santa Fe

Hugo Tognoli se convirtió ayer en el primer ex jefe de la Policía Santafesina condenado por complicidad con el narcotráfico y amenazas a su denunciante. El fiscal Martín Suárez Faisal le había pedido 8 años de cárcel. El Tribunal Oral de Santa Fe lo sentenció a seis años de prisión por “encubrimiento triplemente agravado” a un vendedor de sustancias prohibidas, Daniel “Tuerto” Mendoza y “coacciones” a la líder de Madres Solidarias, Norma Castaño, quien había denunciado la “connivencia” entre ambos. La complicidad y amenazas fueron reveladas en octubre de 2012 por Página/12. Tognoli fue condenado además a una “inhabilitación especial” para ocupar cargos públicos y una multa de 40 mil pesos porque uno de los agravantes de la protección era el “ánimo de lucro”. Su cómplice, el ex jefe de Inteligencia de Drogas Peligrosas, José Luis Baella, fue condenado a 5 años de prisión por los mismos cargos y Mendoza a 6 años y 6 meses por “fabricación y comercialización de estupefacientes” y “coacciones” a Castaño. “El Ministerio Público consideró probado que había una cobertura policial de Tognoli y Baella a Mendoza, lo que no significa que no pueda haber otros involucrados en estos hechos que pueden surgir de nuevas investigaciones”, dijo Suárez Faisal.

La sentencia fue unánime, salió con el voto del presidente del Tribunal, José María Escobar y de sus colegas, María Ivón Vella y Luciano Lauría. Condenó a cuatro de los cinco imputados en el juicio: Tognoli (6 años de prisión), Baella (5), Mendoza (6 años y 6 meses) y a Fernando Torres (a 4 años de prisión por “transporte de estupefacientes”). Y absolvió al quinto: un ex sargento de Drogas Peligrosas, Mauricio Otaduy, quien había filmado el video que luego se utilizó para las “coacciones” a Castaño. Otaduy dijo que él lo filmó por orden de Baella, el fiscal le había pedido 3 años de prisión, pero ayer zafó por el beneficio de la duda. Sin embargo, el Tribunal ordenó remitir las actuaciones al Ministerio de Seguridad para que investigue por qué el video se publicó “en la página Web de Utrapol bajo el título ‘Madre del dolor transa con narco’ y a la cual se encontraría vinculado el agente Miguel Zalazar” y determine las “responsabilidades que correspondan”.

En sus últimas palabras antes del veredicto, Tognoli volvió a considerarse un preso político. “Quedé en el medio de una disputa política”, dijo sin más detalles. “Ocupé un cargo en el momento menos oportuno, que dejó este desenlace”, se victimizó. Después del fallo, su abogado Andrés Rabinovich hizo catarsis frente a las cámaras de TV y aportó otro dato al señalar a los gobiernos de Hermes Binner y Antonio Bonfatti, aunque sin nombrarlos. “Así como lo designaron (a Tognoli), le soltaron la mano. El gobierno de la provincia le soltó la mano. No lo acompañaron más”, se quejó. Tognoli fue jefe de Drogas Peligrosas durante los cuatro años de Binner y Bonfatti lo ascendió a jefe de Policía de la provincia.

Apenas se enteró de la condena, Norma Castaño quedó envuelta en una crisis de llanto. Su hija la abrazó y trató de contenerla. Desde el primer día del juicio, a mediados de setiembre, había esperado el veredicto en la vereda, acompañada por otras Madres Solidarias, entre ellas una que no faltó a ninguna audiencia. “Siento una emoción muy grande, se hizo justicia. Tognoli hizo mucho daño”, balbuceó.

En el alegato, el fiscal Suárez Faisal había solicitado la “inmediata detención” de los imputados, pero el Tribunal rechazó el pedido y ratificó “el estado de libertad que vienen gozando en esta causa”, hasta que el fallo quede firme. Lo que significa que Baella volvió a su casa y Tognoli a Las Flores, donde sigue detenido por la investigación en la justicia federal de Rosario. Mendoza deberá cumplir la condena hasta el último día porque el Tribunal lo declaró “reincidente”, mientras que Torres podría salir en “libertad condicional” en poco tiempo después de estar preso tres años.

Suárez Faisal ponderó el fallo. “Es compatible con las penas que solicitó el Ministerio Público Fiscal”. “Hemos probado que había una cobertura policial de Tognoli y Baella a Mendoza, lo que no significa que no pueda haber otros involucrados en estos hechos que pueden surgir de nuevas investigaciones”.

“Una de las maniobras que se utilizó para la protección de Mendoza fue producir una causa judicial falsa, iniciar una investigación que no existía y era una pantalla para que no lo puedan investigar otras secciones de Drogas Peligrosas. Era una especie de blindaje policial que impedía que se pudiera investigar” a Mendoza. “En el juicio se probó que esa investigación era falsa y se engañó” al juez Francisco Miño y al Ministerio Público. “La policía tiene que actuar como auxiliar de la Justicia y en este caso lo que hacía era brindar información falsa para perfeccionar el encubrimiento del delito de narcotráfico”, concluyó.