Con los bloques legislativos y las gobernaciones e intendencias ya definidas, los radicales comenzaron a meterse ya en uno de los juegos que más les gustan: la pelea interna por espacios de poder. La conducción del Comité Nacional, hoy en manos de Ernesto Sanz, finaliza el 10 de diciembre y su suerte dependerá de la elección de Cambiemos en la segunda vuelta, el 22 de noviembre. Si su estrategia fracasa y el FpV retiene el poder, son varios los que le pedirán “un paso al costado”. Pero aún si Cambiemos gana la presidencia, la continuidad de Sanz al frente del Comité Nacional no es segura: “Tenemos que tener un presidente que tenga estrategia, que cuide el partido y que no lo entregue”, aseguraba ayer un dirigente de peso en la estructura partidaria. El tucumano José Cano, partidario del acuerdo con Massa, es uno de los nombres que ya circulan por el histórico edificio de la calle Alsina.

Pero antes de la definición del ballottage, una de las disputas que ya está en marca es la jefatura del bloque del Senado, a donde llega el mendocino Julio Cobos con pretensiones de comandar la bancada. Sin embargo, deberá competir con el chaqueño Angel Rozas, apoyado por Gerardo Morales, uno de los hombres más fuertes del radicalismo.