Con el objetivo de estimular el ahorro en pesos y desincentivar la compra de dólares, para traer calma en las semanas previas al primer ballottage presidencial, el Banco Central elevó ayer el piso de remuneración para los plazos fijos. Mediante su licitación de letras, instrumento de regulación de la cantidad de pesos del sistema, dispuso una suba en la tasa de interés que paguen los bancos por las colocaciones a plazo, las cuales se ubicarán a partir del lunes desde 26,3 por ciento anual a 30 días hasta un 29,1 por ciento a seis meses. El piso de tasas de plazos fijos, atado al de las letras, se fijó en octubre pasado para reducir la demanda de dólares y desde entonces las colocaciones minoristas crecieron más del 53,3 por ciento. El organismo también redujo a la mitad el monto máximo de compra de dólares sin informar por parte de los importadores, el cual pasó de 150.000 a 75.000. “Las medidas busca mejorar la coordinación que hay entre los bancos comerciales y el BCRA en materia de información sobre las operaciones de venta de divisas a importadores”, señaló una fuente de la autoridad monetaria.

Las especulaciones en torno del futuro de la moneda se recalentaron en los últimos días, principalmente ante la discusión de modelos de cara a la definición presidencial del próximo 22 de noviembre. Esto reavivó la presión sobre el tipo de cambio ante la expectativa de una devaluación del peso. Para evitar desbordes de último momento, se intensificaron las medidas para contener esas expectativas, principalmente con la venta de cobertura a bancos y a grandes empresas en el mercado de futuros (ver aparte). No obstante, la demanda se mantiene elevada. En lo que va del mes los ahorristas compraron moneda extranjera por el equivalente a más de 643 millones de dólares.

Para estimular el ahorro en pesos de minoristas se busca elevar el piso de tasas para los plazos fijos, incluso por arriba de la inflación. Este tipo de medidas empezaron a implementarse en octubre del año pasado, en medio de la última corrida contra la moneda. En su primera resolución al frente de la autoridad monetaria, Alejandro Vanoli estableció un mínimo para la retribución sobre la inmovilización a plazo fijo de hasta 350 mil pesos, monto que luego se amplió hasta un millón de pesos y además se incluyó los depósitos de las personas jurídicas. La medida estableció que la tasa de interés anual mínima sea una proporción de las tasas de la Lebac. Para el plazo más corto –desde 30 a 44 días– será del 87 por ciento del rendimiento de ese instrumento. De 45 a 59 días es el equivalente a 89 por ciento y para más de 60 días se establece desde el 93 por ciento. Esto le permitía al Central controlar y fijar el corredor de tasas de interés del sistema bancario.

En los últimos meses había iniciado un ligero descenso de los rendimientos de las Lebac ante la calma cambiaria. No obstante, para anticiparse a eventuales movimientos se estableció una suba de 300 puntos básicos (tres puntos porcentuales) en todos los plazos licitados de estas letras. Con estos rendimientos, además, logró ayer una contracción de 457 millones de pesos de la base monetaria. Se trata de la tercera oportunidad desde octubre de 2014 en la que se mejora el rendimiento a los ahorristas. Los plazos fijos minoristas aumentaron aproximadamente 17.400 millones de pesos en los últimos tres meses y alcanzaron un incremento interanual de alrededor del 54 por ciento respecto de la situación de octubre del año pasado.

“El ahorro en pesos viene creciendo sostenidamente y pone en evidencia la confianza de quienes realizan depósitos a plazo en moneda nacional en detrimento de otras opciones en moneda extranjera”, afirmó el titular del Central. Desde el lunes próximo las entidades financieras remunerarán a los ahorristas por colocaciones de 30 a 44 días desde un 26,3 por ciento anual; de 45 a 59 días desde el 26,9 por ciento; de 60 a 89 días desde 28,1 por ciento; de 90 a 119 días, 28,5 por ciento; de 120 a 179 días, un 28,8; y a partir de 180 días desde un 29,08 por ciento. Este esquema generaría una ganancia adicional para los ahorristas del orden de los 320 millones de pesos por mes, es decir un monto aproximado de 3800 millones de pesos en el año.

Por último, se obligará a las importadoras a que informen las compras de moneda extranjera por encima de 75 mil dólares. La medida surge porque el Banco Central detectó que muchos bancos y empresas “optaban por partir operaciones en montos menores a 150.000 y evitar así el compromiso de informar”, confirmó a Página/12 una alta fuente del BCRA. Desde el organismo insistieron en que no se trata de un mayor restricción al acceso de la divisas por parte de los importadores, sino a un tema de información para evitar “avivadas”. De hecho, el cruce de datos por operaciones por debajo de los 150 mil dólares se hacía con un rezago de dos o tres días, que las empresas aprovechaban para comprar moneda por encima de los acuerdos establecidos con el Central. Cuando se trata de operaciones que deben informarse, ese cruce de datos se hace on line, con lo cual se puede obstaculizar la elusión.