La legisladora porteña Gabriela Alegre denunció penalmente a funcionarios del Ministerio de Educación, que conduce Esteban Bullrich, y al subsecretario de Transporte, Guillermo Dietrich, por presuntas irregularidades en las contrataciones que hicieron desde sus áreas. Los acusó de negociaciones incompatibles con la función pública, abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionario público. En el caso de Dietrich, es por la contratación de una empresa que tiene como directivo a un integrante del grupo macrista G25, del que forma parte el propio Dietrich y también Bullrich. En el caso del ministro de Educación, es por una doble contratación para la misma actividad a dos empresas cuyos dueños son aportantes de la campaña de Cambiemos. Luego de la publicación en Página/12 de esos contratos, Bullrich anuló la contratación más barata.

En ambos casos, Alegre ratificó la denuncia ante el Poder Judicial. En el caso de Dietrich, este diario informó que su Subsecretaría contrató a una consultora que tiene como socio a Francisco Ortega, que integra el Consejo de Administración del G25 junto con Bullrich y Dietrich. El G25 es un grupo macrista que, por estos días, trabaja en reclutar gerentes del sector privado para que ocupen cargos en los distintos gobiernos. La consultora de Ortega, McKinsey, recibió por contratación directa un contrato para mejorar los semáforos por 9.9 millones de pesos. En su denuncia ante el juez de instrucción Omar Peralta, Alegre menciona que el primer llamado fue dado de baja, dado que se publicó con un comentario que delataba que estaba direccionado.

En el caso de Bullrich, Alegre denunció ante la jueza Alicia Iermini al director de Recursos, Gonzalo Riobo, por dos contrataciones para el mismo servicio (organizar reuniones con docentes para hablarles de un plan de comunicación del ministerio). Los pliegos de las contrataciones eran idénticos y los ganadores compartían numerosos vínculos. Una de las empresas era Reale-Dalla Torre, vinculada con la denuncia por irregularidades en la pauta porteña. Bullrich intentó desmentir la noticia, pero recién al día siguiente publicó la anulación de una de las contrataciones. Más allá de asegurar que era todo falso, el ministro no quiso explicar a este diario por qué los ganadores eran aportantes de la campaña de Cambiemos. Ahora deberá explicárselo a un juez.