EL PAíS › DENUNCIA PENAL POR LA REPRESION DEL MARTES EN NEUQUEN
Balas de plomo y “brutalidad policial”
El obispo de Neuquén, el MTD, la CTA y obreros de Zanon presentaron una denuncia por la represión del martes a los desocupados, que dejó un saldo de varios heridos con balas de plomo.
Por Adriana Meyer
“La represión con balas de plomo contra trabajadores, desocupados y vecinos no puede quedar impune”, afirmó a Página/12 el abogado Mariano Pedrero. Junto al obispo de Neuquén Marcelo Melani, la CTA, obreros de Zanon, el MTD de Neuquén y organizaciones de derechos humanos, denunció ante la Justicia provincial la “brutalidad policial” ejercida contra los desocupados el martes en el barrio San Lorenzo. El personal policial y las autoridades provinciales responsables de esas fuerzas fueron acusados de tentativa de homicidio, lesiones gravísimas, torturas, vejaciones y abandono de persona. Pedrero precisó que “la brutalidad policial queda clara con lo sucedido a Pedro Alveal, que prácticamente fue fusilado a dos metros de distancia por la policía”. Este diario publicó ayer las fotos de ese episodio que le provocó al joven obrero ceramista la pérdida del ojo izquierdo. Por su parte, el secretario general de la Presidencia Oscar Parrilli sostuvo que el Gobierno está “atento a que no haya más represión” en Neuquén, pero aclaró que la Nación no interferirá en el conflicto provincial desatado a partir del intento de bancarizar el pago de los planes sociales.
“Eso es materia exclusiva del gobierno de la provincia, nosotros no tenemos ninguna injerencia ni poder de decisión”, dijo Parrilli en declaraciones en la Casa Rosada. Asimismo, el secretario expresó su confianza en que “vuelva la normalidad y la calma” a la provincia, después de la represión sufrida por los desocupados del MTD de Neuquén, que realizaban una asamblea frente al estadio Ruca-Che. Allí los funcionarios de Sobisch planeaban realizar el reempadronamiento para otorgar una tarjeta magnética con la cual los desocupados cobrarían el subsidio de 150 pesos mensuales.
El MTD, la CTA y los trabajadores de Zanon, junto a otras organizaciones lanzaron una campaña nacional para “parar la represión” y demostrar que lo ocurrido el martes es un “caso testigo”. En una conferencia de prensa, de la que participaron varios de los heridos, mostraron las pruebas entregadas luego a la Justicia. El abogado Pedrero desmintió que se hayan disparado balas calibre 22, como indicó el ministro del Interior Aníbal Fernández. “Acá en el bolsillo de mi camisa todavía tengo algunos casquillos de 9 milímetros que levanté del piso, otros ya están en el expediente y faltan los que tiene que aportar el hospital Castro Rendón, que fueron extraídos de los cuerpos de los heridos”, describió el letrado. “Esto es el inicio de una escalada represiva. No es casual que Sobisch se junte con (Ricardo) Bussi y (Luis) Patti; es un proyecto para terminar de entregar el gas y el petróleo, a cualquier costo, incluso vidas”, agregó.
Una de las denuncias es por la pérdida del ojo causada a Pedro Alveal, 20 años, trabajador de la autogestionada Cerámica Zanon. La otra es por las heridas provocadas a otros 36 manifestantes, cinco de los cuales fueron alcanzados con balas de plomo y otros nueve recibieron impactos de postas de goma. Las denuncias quedaron a cargo del fiscal de delitos complejos de Neuquén Alejandro Cabral y fueron suscriptas por los abogados de los trabajadores de Zanón, Mariano Pedrero y Leopoldo Demaday, y acompañadas por el Movimiento de Trabajadores Desocupados (MTD), Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos (MEDH), Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (Ceprodh), el organismo de defensa de los presos Zainuco y la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos (APDH).
El jefe de Gabinete provincial José Brillo aseguró que “la policía hizo lo que tenía que hacer, actuó en defensa de la gente, de las instalaciones y de la seguridad de las personas”. Y ratificó que la reinscripción de los 25 mil desocupados que actualmente perciben subsidios provinciales continuará, aunque no brindó detalles porque se está evaluando una posible modificación en la metodología.