Marcos Peña tiene una silla asegurada en el gabinete que Mauricio Macri armaría en caso de ganar mañana el ballottage, pero no la que el candidato de Cambiemos había dicho que tendría: el líder del PRO le comunicó ayer que preferiría tenerlo al frente de la estratégica Jefatura de Gabinete y no en la Secretaría General de la Presidencia. Macri se inclinó por esa alternativa por dos motivos: por la confianza que le tiene a Peña y para contrarrestar la presión de sus socios radicales que pretenden que, llegado el caso, el jefe de ministros sea el titular de la UCR, Ernesto Sanz.

Hasta ahora, Macri sólo confirmó a tres de sus eventuales ministros. Uno de ellos es Peña, a quien le confió la jefatura de su campaña. Peña es uno de los hombres más cercanos al candidato de Cambiemos y uno de los responsables de la comunicación y la estrategia política nacional. En el gobierno porteño se desempeña como secretario general y en ese mismo cargo lo imaginaba Macri en caso de llegar a la Presidencia y así lo había anunciado, pero ayer modificó su plan original

Los otros dos confirmados por el candidato de Cambiemos son Esteban Bullrich para el Ministerio de Educación y Sanz para el Ministerio de Justicia. A los radicales ese lugar no los conforma y, en los últimos días, redoblaron la presión para conseguir un cargo con mayor relevancia, al punto de que hicieron trascender que Sanz no aceptaría la cartera de Justicia porque en virtud de la sociedad que sellaron el PRO y la UCR le correspondería la Jefatura de Gabinete.