La discusión entre el oficialismo y el Frente para la Victoria por la distribución de los despachos legislativos en el Congreso volvió a escalar luego de que el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, reclamara por vía administrativa que el peronismo desaloje las oficinas que ocupa desde hace nueve años en el tercer piso del Palacio. El jefe de la bancada opositora, Héctor Recalde, denunció una “provocación” por parte de las autoridades de Cambiemos para que el bloque que él encabeza no forme parte de la Asamblea bicameral que el martes próximo recibirá al presidente Mauricio Macri para dar comienzo al período de sesiones ordinarias. “Si creen que nos van a provocar para que no vayamos, se equivocan”, aseguró Recalde. El lunes habrá un intento por resolver la cuestión, aunque probablemente no se salde antes de la asamblea del 1º de marzo.

El jueves por la noche, el secretario general de la Cámara, Guillermo Bardon, envió una intimación para que en 72 horas el Frente para la Victoria entregue las oficinas 313, 313 bis, 315, 317, 319, 329 y 338, que ocupan los diputados María Teresa García, Carlos Kunkel y Máximo Kirchner, además de la sala Néstor Kirchner, que se utiliza para reuniones de bloque, y otra oficina que funciona como salón comedor. Los despachos de Recalde, jefe de bloque, y José Luis Gioja, vicepresidente de la cámara, en tanto, serán respetados.

De acuerdo con lo que aseguraron fuentes de Cambiemos, las oficinas desalojadas no serán utilizadas para despachos de dirigentes oficialistas sino para las autoridades de la cámara y de las bancadas. “Lo que se está demandando es que se respete la mayoría parlamentaria”, argumentaron desde el oficialismo y afirmaron que el interbloque de Cambiemos, compuesto por PRO, UCR y Coalición Cívica, suma 91 diputados, contra los 81 que tiene el FpV a partir de la ruptura del llamado Bloque Justicialista, que se llevó una docena de legisladores.

“Esta fue una inusitada resolución intimándonos en un plazo de 72 horas a entregar prácticamente la mitad de los despachos que tenemos”, dijo Recalde, que aseguró haber sido sorprendido por la intimación ya que días antes se había saldado el reparto de comisiones y despachos sin ningún problema. “Ahora nos sorprendieron con esto. La verdad es que fue un cambio tan abrupto que cuesta pensar que haya sido idea del presidente de la Cámara, para mí fue una resolución que vino de la Presidencia de la Nación”, agregó.

“¿Usted cree que Julián Domínguez habría tomado una resolución de este tipo sin consultarlo con Cristina? No creo que sea de Monzó. Creo que es de Macri –continuó el jefe de los diputados del FpV–. Es un problema menor que se convirtió en un problema grave porque es una especie de provocación. Y les quiero decir: si creen que nos van a provocar para que no vayamos a la Asamblea Legislativa no va suceder. Nosotros no nos medimos por centimetraje de construcción, nos medimos por principios y por militancia.”

El peronismo apeló la decisión a través de un sumario administrativo, por lo que es probable que el problema no llegue a resolverse antes del martes, cuando Macri visite el parlamento para dar el discurso que da comienzo oficialismente al año legislativo. Ese día, además, se verá por primera vez la nueva configuración de los bloques en el recinto: Cambiemos pasará a ocupar el sector derecho del auditorio, que corresponde al oficialismo, mientras que el FpV deberá desplazarse hacia el sector izquierdo.

El primer episodio de este conflicto había tenido lugar en enero, cuando Monzó ordenó clausurar el despacho que había sido asignado a Máximo Kirchner, alegando que nunca se le había adjudicado. “El despacho de Máximo Kirchner, si se ve la guía oficial elaborada por la presidencia de la Cámara, está asignado a él. Máximo dijo ‘me hubieran avisado que lo querían y no habría habido problema’, pero pusieron una faja de clausura, ni siquiera hubo una resolución como la que nos notificaron esta vez”, explicó Recalde.