La Universidad de Buenos Aires se declaró en desacuerdo con el sistema de distribución propuesto por el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) de los 500 millones de pesos anunciados por el Gobierno para que las casas de estudios puedan afrontar los aumentos de tarifas en los servicios públicos y otros gastos incrementados por la inflación. La UBA consideró que “el criterio propuesto por el CIN distorsiona lo que cada universidad debe recibir, lo que dificultaría que la UBA cubra el pago de los servicios públicos”, y propuso que “los fondos se distribuyan de acuerdo al impacto de la actualización de las tarifas”.