El fiscal Gerardo Pollicita decidió impulsar la acción e imputó al jefe de Gabinete, Marcos Peña, a la titular de Aerolínas Argentinas, Isela Constantini, y a otros funcionarios de la empresa aérea estatal a raíz de la denuncia presentada por Cristina Fernández de Kirchner porque no se adjudicó al hotel Alto Calafate el contrato con la línea aérea de bandera. El hotel de la familia Kirchner presentó la oferta más baja y quedó en primer lugar en el concurso de precios para alojar a las tripulaciones de Aerolíneas que pernoctan en la ciudad de Calafate. Sin embargo, la empresa estatal no le concedió el contrato al Alto Calafate argumentando que tenía problemas judiciales. Al final, Aerolíneas le adjudicó las estadías al hotel Esplendor, que pertenece a la familia Braun, vinculada con Marcos Peña. El jefe de Gabinete argumentó que ni sabía que sus familiares eran propietarios del Esplendor. El juez de la causa, Sebastián Ramos, recibió ayer el impulso de la causa por parte de Pollicita y dispondrá en los próximos días las medidas de prueba. Alto Calafate recibía a las tripulaciones de Aerolíneas Argentinas desde antes de que el hotel fuera comprado por Hotesur, la empresa de los Kirchner, y cuando se firmó el contrato, tampoco Aerolíneas era estatal. Ahora, Alto Calafate ofreció 1.049 pesos por cada habitación, por debajo de los 1.150 del Esplendor y los 1.397 que ofertó el Xelena. Pese a ese rango de precios y a que las tripulaciones preferían el Alto Calafate porque tiene spa y otros servicios, la conducción de Aerolíneas se inclinó por el Esplendor con el argumento de que la empresa aérea se rige por el derecho privado.