Un grupo de desocupados y cooperativistas de la localidad salteña de Tartagal retomaron ayer su protesta en Buenos Aires con un corte de tránsito sobre la avenida 9 de Julio a la altura de Avenida de Mayo, donde algunos de ellos se encadenaron al poste de alumbrado público y amenazaron con prenderse fuego a lo bonzo en caso de no recibir respuestas satisfactorias a su pedido de crear puestos de trabajo.

Así lo informó Segundo Oscar, el vocero de los manifestantes que ayer retomaron su protesta a partir de las 9.30 con carteles para alertar sobre su situación. Además, advirtieron que están “realmente desesperados y sin respuesta del gobierno nacional”. “Hemos decidido encadenarnos y si no tenemos respuestas varios compañeros se van a prender fuego con bidones de nafta”, dijo y reiteró que la protesta “es por tiempo indeterminado”.

“Nos quedaremos hasta tener puestos de trabajo o hasta que nos maten”, graficó Oscar los términos del conflicto. “Hemos vuelto una vez más a la avenida 9 de Julio y de acá no nos vamos con las manos vacías, porque nuestra gente está sin trabajo y con hambre. Desde el martes que nos estamos manifestando y seguimos sin tener respuestas de las autoridades”, remarcó Oscar.

El martes último, trabajadores, desocupados y familias de pueblos originarios del norte de Salta también cortaron el tránsito durante algunas horas el carril central de la avenida 9 de Julio, al mismo tiempo que organizaciones sociales y Barrios de Pie armaban cien ollas populares en distintos lugares de la Ciudad.

La protesta salteña se originó en un grupo que integra la comunidad wichi de Zanja Honda y que mantuvo cortada la ruta nacional 34, en demanda de obras públicas y viviendas, además de trabajo digno.