Los trabajadores del ingenio Ledesma levantaron las medidas de fuerza que incluían el corte de la Ruta 34 a cambio del compromiso de la empresa de no tomar represalias, y así acataron la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo de Jujuy. Sin embargo, continuaban ayer negociando la recomposición salarial, aún sin acuerdo. Por este conflicto fueron reprimidos ferozmente la semana pasada, y el jueves la marcha por los cuarenta años de los Apagones del Terror culminó su recorrido, desde Calilegua a Libertador General San Martín, en el piquete donde los obreros azucareros estaban protestando, y no en la plaza del pueblo como sucedía tradicionalmente.

“Ante rumores que están dando vuelta, queremos decir desde el sindicato (Soeail) que no hay ningún tipo de arreglo en el conflicto del ingenio Ledesma, sólo hubo un acatamiento a la conciliación obligatoria y en consecuencia se levantaron las medidas de fuerza”, señaló el asesor del gremio Enrique Wandschneider. Además, el abogado informó que la empresa Ledesma “se comprometió” por medio de un acta firmada el jueves a “no perseguir a los compañeros que participaron de la huelga”, en el ámbito de la negociación en la sede del Ministerio de Trabajo provincial.

Wandschneider agregó que el Soeail pretende salarios equivalentes a los pactados en el ingenio San Isidro y en un preacuerdo en el ingenio Río Grande, y por lo tanto un acuerdo “que no tiene nada que ver en los números ni en las condiciones de trabajo que ofrece Ledesma”.

Por su parte, el delegado paritario del Soeail, José Zainz, destacó que tienen “un sueldo más bajo que los trabajadores de otros ingenios”, y señaló que las diferencias a saldar con la empresa comprenden “desde el impacto en el sueldo básico hasta solicitudes colectivas como el escalafón y remuneración de los trabajadores del campo”.

En su última propuesta la empresa ofreció un básico para la categoría 1 de 11.300 pesos, que con adicional y presentismo llegaría a 15.780, a lo que sumó un llamado bono Bicentenario de 220 pesos, mejorando propuestas anteriores. Los trabajadores, que también bajaron su exigencia del 43 por ciento inicial acorde con los datos oficiales de inflación a 39.5 por ciento de recomposición salarial, incluidos ítems como presentismo, recategorización y antigüedad, entre otros, señalaron que la oferta patronal sigue siendo “insuficiente” y con fuerte peso de sumas no remunerativas que inciden negativamente en el pago de aguinaldo y vacaciones.

Los representantes de la empresa Ledesma decidieron no hacer declaraciones antes de que concluyan las negociaciones que aún continuaban en la sede del Ministerio de Trabajo de Jujuy.

La decisión de acatar la conciliación fue tomada el jueves a la noche por la asamblea del Soeail, que así resolvió levantar la huelga y el corte de ruta, medidas de fuerza que se sostenían desde hace una semana. Fue luego del piquete ininterrumpido de 22 horas y de la multitudinaria marcha por los Apagones que la patronal de los Blaquier llamó por primera vez al dirigente sindical del Soeail, Rafael Vargas, para sentarse nuevamente a negociar. Esta última vez, sería sin mediación del ministro de trabajo provincial, Cabana Fusz, y en las oficinas de administración del ingenio Ledesma.

La intransigencia inicial de la patronal, que no quería negociar y esperaba que la Gendarmería y la policía desalojen a los obreros, finalmente cedió y tuvo que llamar a la negociación. La directiva del sindicato azucarero, en común con sus bases, resolvió acatar la conciliación, lo cual implica una tregua de hecho: se retrasa la resolución de la cuestión salarial y las condiciones laborales por un mes pero a su vez queda limitado el avance de la patronal, el gobierno y la justicia contra la comisión directiva del sindicato, el cuerpo de delegados y los activistas obreros que encabezaron la huelga, los corte de ruta, los piquetes de caminos y puentes internos, y las movilizaciones.