“De ninguna manera fue la AFI. De ninguna manera.” Con esa afirmación, categórica y capicúa, la número dos de la Agencia Federal de Inteligencia, Silvia Majdalani, salió a tratar de despegarse de la escandalosa interna desatada en el gobierno nacional entre el ex titular de la Aduana, Juan José Gómez Centurión y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Majdalani dio una entrevista para desvincular a la ex SIDE de las escuchas y el seguimiento, por ahora con autor desconocido, que llegaron de manera anónima a Bullrich y motorizaron la denuncia por sobornos contra Gómez Centurión. Mientras tanto, la funcionaria y el ex carapintada ratificaron sus versiones sobre el cargamento de 250 kilos de pseudoefedrina encontrado este jueves en un depósito de la Aduana. Bullrich insistió en que habían notificado del cargamento en mayo y Gómez Centurión en que él no tenía conocimiento y que en todo caso, si la Policía de Seguridad Aeroportuaria tenía la información, debió haber realizado la denuncia en la Justicia, cómo él hizo el último jueves.

Mientras otros actores del oficialismo buscaban bajarle el tono a la trama de intrigas, suspicacias y denuncias cruzadas que se generó alrededor de la Dirección General de Aduanas y su reciente ex titular, ahora se sumó una nueva protagonista a la historia. Majdalani rompió el silencio luego de ser señalada por lo bajo como la persona detrás de las escuchas y el seguimiento que se le realizó a Gómenz Centurión. “No tengo idea. Me encantaría saber, ¿sabés para qué? Para que me dejen de joder a mí, tesoro”, respondió la número dos de la AFI al ser consultada por el responsable de aquel espionaje.

Según Gómez Centurión, la denuncia de Bullrich por la cual fue removido del cargo está también vinculada con su denuncia radicada el jueves ante el juzgado de María Romilda Servini de Cubría. El ex carapintada dijo que se presentó en la Justicia porque encontró un sobre anónimo que detallaba la existencia de 10 barriles de pseudoefedrina en el aeropuerto de Ezeiza. La ministra de Seguridad, ante la sugerencia de que ella o las fuerzas que le responden podían estar relacionadas con la existencia de ese precursor químico, salió a defenderse. Dijo que el director de la PSA le había informado a la DGA en mayo y mostró además que la existencia de ese cargamento había sido difundida el miércoles en el Boletín Oficial. Gómez Centurión insistió en que a él no se lo había notificado y planteó varios interrogantes: “¿No llama la atención que una semana antes de que enviaran el anónimo por el que me desplazaron, yo me había reunido con ese juzgado (el de Servini de Cubría) para investigar juntos sobre el narcotráfico en la Aduana, y una semana después de ese anónimo –y tras cinco años de no hacer nada, oh casualidad– sale escondido ese material en el Boletín Oficial para destruirlo? Es significativo, ¿no?”, planteó el suspendido funcionario.

Bullrich evitó profundizar el enfrentamiento pero mantuvo su versión de los hechos: “Puede ser que la información no le haya llegado pero el director de la PSA me dijo que le había avisado y que él lo mandó a hablar con (Gustavo) Curatolo, responsable de la Aduana de Ezeiza”, relató la ministra.

Mientras cerca de Elisa Carrió señalan la mano invisible del ex espía Jaime Stiuso detrás de una operación contra Gómez Centurión, Majdalani salió a aclarar que no tiene “ningún contacto” con Stiuso y que si bien “podiá haber” organizaciones realizando inteligencia paralela, ella no posee información al respecto.