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El Gobierno lanzó el abono social para desocupados y pensionados, que permitirá a unas 800 mil personas sin trabajo viajar en subte y en tren por 20 y 30 centavos. El plan, que cubrirá la Capital Federal y el conurbano, se basa en un acuerdo con las empresas Metrovías y Trenes de Buenos Aires y se extenderá a otras firmas ferroviarias. Entrará en vigencia dentro de dos semanas, a partir del 16 de febrero.
La medida es un viejo reclamo de las organizaciones sociales. Por eso ayer el lanzamiento del plan convocó a dirigentes piqueteros como Luis D’Elía, de la Federación de Tierra y Vivienda, Juan Carlos Alderete, de la Corriente Clasista y Combativa, y Jorge Ceballos, de Barrios de Pie. En el Salón Blanco de la Casa de Gobierno estuvieron también los empresarios Aldo Roggio (Metrovías) y Claudio Cirigliano (Trenes de Buenos Aires), los firmantes del convenio.
El presidente Néstor Kirchner elogió la disposición de estas firmas y el trabajo de las organizaciones sociales y presentó el plan como “una respuesta importante. Obviamente que no soluciona los problemas de base, pero marca que estamos viviendo una Argentina diferente, en la que podemos ir restaurarando los equilibrios perdidos”, consideró. Después, dedicó casi enteramente su discurso a criticar a quienes piden mayores pagos de la deuda externa (ver página 7).
Podrán sacar el abono los beneficiarios de los planes Jefas y Jefes de Hogar, del plan Familias por la Inclusión Social (IDH), el Programa de Empleo Comunitario (PEC) y el Barrios Bonaerenses, así como también quienes cobran pensiones no contributivas a la vejez (ley 13.478, para personas mayores de 70 años).
Servirá para viajar en subterráneo y en dos líneas de tren, la que va de Once a Moreno y la que cubre Retiro-Tigre.
Para el caso de los subterráneos, el valor del abono será de 12 pesos para 60 viajes (es decir 20 centavos por pasaje) y tendrá una validez de 180 días.
Con Trenes de Buenos Aires se acordó un abono de 60 viajes a un costo de 18 pesos (es decir 30 centavos por viaje), que deberá usarse en el término de un mes.
Para obtener los pasajes el mecanismo será similar al de cualquier abono. Las empresas tendrán un listado de beneficiarios enviado por el Ministerio de Desarrollo Social.
Kirchner, que en el lanzamiento estuvo acompañado por el gobernador Felipe Solá, el jefe de Gobierno porteño Aníbal Ibarra, los ministros Julio De Vido, Alicia Kirchner y el resto del gabinete social, volvió a cuestionar la falta de transparencia del plan Jefas y Jefes de Hogar.
En su discurso, el Presidente reveló que al menos 20 empleados del Ministerio de Trabajo cobraban planes de Jefas y Jefes de Hogar además de su sueldo, y mostró el caso como un símbolo de los niveles de corrupción a los que se ha llegado. “El ministro de Trabajo debe proceder con la fuerza que corresponda y utilizar la ley”, recomendó (ver página 9). Carlos Tomada, que estaba entre los funcionarios presentes, tiene el manejo del mayor programa social, que pasará en los próximos meses a manos de Alicia Kirchner. Al hacerse cargo del plan, Desarrollo Social buscará implementar una tarjeta de débito para pagar a los beneficiarios. La medida, sobre la que existe una larga polémica, es defendida por el Ejecutivo como un mecanismo de mayor transparencia.