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Los fiscales federales Eduardo Freiler y Federico Delgado pidieron hoy la colaboración de la Justicia de Estados Unidos para identificar una cuenta bancaria en la que se habría depositado dinero que se sospecha formó parte de los sobornos pagados a senadores nacionales en el 2000 para obtener la sanción de la ley de reforma laboral.
El planteo fue formulado al juez federal Rodolfo Canicoba Corral, a raíz de que un testigo declaró que el ex diputado peronista salteño Domingo Nicolás Avellaneda habría realizado gestiones financieras en Nueva York en favor del ex senador Emilio Cantarero.
La información sobre el viaje fue aportada a los fiscales el 12 de enero. El denunciante “acompañó un número de cuenta correspondiente a una entidad bancaria con sede en Nueva York y que él sospecha que pertenece al imputado Cantarero”, dice el requerimiento fiscal presentado ayer.
Freiler y Delgado consideraron que “se aprecia de interés identificar la cuenta de que se trata y dilucidar si Avellaneda viajó a los Estados Unidos durante 2000, en qué fechas, a qué lugar y con quién”. En caso de hacer lugar a esta medida, el juez deberá enviar un exhorto al Departamento de Justicia estadounidense para requerir su colaboración.
“No le hice ningún favor a nadie. En Nueva York ni siquiera pisé un banco. Es imposible que yo haya hecho alguna gestión financiera porque como ex representante del Banco Latinoamericano de Exportaciones quedaría registrado en la Reserva Federal de Nueva York o en el Banco de Inglaterra”, dijo Avellaneda la semana pasada al diario Clarín. En los últimos años de Carlos Menem, el ex diputado integró el directorio del Banco de la Nación.
Los fiscales también pidieron que se ordenara de “manera urgente” un entrecruzamiento entre los teléfonos fijos y móviles que utilizaban el arrepentido Mario “Tato” Pontaquarto y Martín Fraga Mancini, ex secretario del ex senador justicialista Remo Costanzo. Aunque Fraga Mancini declaró que nunca habló con Pontaquarto, los fiscales tienen sus dudas.