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Eduardo Duhalde buscará el respaldo de los gobernadores al plan de ajuste exigido por el FMI. A cambio, el Presidente se comprometió a acelerar la asistencia social para los sectores castigados, de tal manera de morigerar el impacto de las medidas, que podrían repercutir en despidos. De hecho, hoy mismo la primera dama, Hilda “Chiche” Duhalde, analizará el tema con algunos mandatarios provinciales.
Duhalde y Jorge Remes Lenicov evaluaron anoche parte del paquete de medidas que demanda el Fondo Monetario. Para su cumplimiento, el ministro de Economía le reclamó al Presidente adoptar costosas medidas políticas, como, por ejemplo, poner punto final al enfrentamiento con la Corte y alinear a la tropa parlamentaria.
Pero, en otro tramo de la charla, Remes también le demandó avanzar decididamente con el ajuste en las provincias, una exigencia que incluyó en su discurso hasta el presidente norteamericano George W. Bush.
Una misión de técnicos del FMI desembarcará en Buenos Aires la próxima semana y lo propio hará días después Anoop Singh. El indio fue el autor del lapidario informe sobre la situación argentina y principal motor de la idea de producir cambios profundos en las administraciones provinciales.
Duhalde apuesta únicamente al Plan A, que es la ayuda del Fondo, y que según su propio cálculo llegará a fines de abril.
Si bien los ministros de Economía locales mantienen reuniones periódicas para ver la manera de frenar la emisión de bonos y retocar el Presupuesto, Duhalde quiere un nuevo encuentro que, además, se convierta en un nuevo respaldo político al Gobierno y a su paquete de ajuste.
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, estuvo tanteando la posibilidad de juntar a todos los mandatarios. Y encontró algunas resistencias. Son pocos los que quieren aparecer junto a quien no llevará buenas noticias hacia sus distritos.
No se trata, de todo modos, de una perfidia. “Nosotros firmamos la eliminación del piso de la coparticipación, disciplinamos a los senadores, nos prestamos a la foto con Duhalde en misiones y aceptamos retocar el Presupuesto. Hicimos todo lo que nos pidieron. Más no”, resumió un gobernador del norte ante sus íntimos.
Muchos mandatarios están convencidos de que la nueva avanzada del Gobierno provocará una indefectible reducción de la plantilla de agentes públicos, que en muchos distritos funciona como un seguro de desempleo encubierto. Y, en consecuencia, terminarán profundizándose los conflictos sociales al punto de volverlos incontrolables.
Por eso, ni lerdo ni perezoso, la denominada Mesa del Diálogo Argentino decidió desembarcar hoy en el Consejo Federal de Inversiones para analizar la “cuestión social”. Al frente de esa misión estarán Chiche Duhalde y los obispos Jorge Casaretto, Artemio Staffolani y Juan Carlos Maccarone, y el representante de la PNUD, el español Carmelo Angulo.
Chiche, y también el ministro de Salud, Ginés González García, serán los encargados de explicar ante los gobernadores que se acerquen a Buenos Aires –ya se anticipó que habrá muchas ausencias– el estado de situación de los planes sociales.
Donde sí se prevé asistencia perfecta es entre los ministros de Desarrollo Social provinciales. Todos están ansiosos por saber cuál será la ayuda concreta en momentos en que la bronca está a un tris de transformarse en estallido.