EL PAíS › EL DOLAR LLEGO A LOS 3,10 PESOS EN BANCOS Y A 4 EN LAS CASAS DE CAMBIO
Rumbo al infinito y más allá
En una jornada caótica, con un Banco Central que intervino con apenas 8 millones de dólares canalizados a unos pocos bancos, el billete describió un nuevo salto. Limitaciones a las entidades y agencias en sus tenencias de dólares. En medio de esa confusión, Mario Blejer fue a Washington a convencer al FMI, mientras que Jorge Remes Lenicov buscó el respaldo de Eduardo Duhalde para su gestión.
Por Claudio Zlotnik
El dólar tocó los 4 pesos en casas de cambio. Esa cotización de pánico va definiendo una escenario que cada vez se parece a lo peor de la crisis del ‘89. Las largas colas que hubo en las agencias de cambio y bancos en la city, que empezaron a formarse desde la madrugada, describe un panorama de la desesperación. Aquellos que hicieron ese aguante estaban dispuestos a pagar lo que fuera con tal de cambiar sus pesos por dólares. Hubo histeria en la city con la continuación de la corrida contra el peso. La escalada del dólar volvió a ser imparable y llegó a los 4 pesos aunque, al final del día, la divisa cedió a 3,90 en la mayoría de las agencias. En medio del caos, el Banco Central se limitó a efectuar intervenciones marginales, vendiendo apenas unos 8 millones de dólares a un grupo de entidades que los vendieron a un rango de 2,90 a 3,10.
En línea con el reclamo del Fondo Monetario, el BC se abstuvo de intervenir con sus reservas. Por ahora, esa estrategia pasiva no hizo más que echar más leña al fuego: entre el viernes y ayer, el dólar saltó de 2,60 a 3,90 pesos, lo que implicó un alza del 50 por ciento. En el Gobierno apuestan a que si las reservas no se dilapidan intentando frenar al dólar, el FMI dé luz verde al desembolso de dinero fresco. El problema radica en que, tal como admitieron fuentes oficiales, en el organismo internacional “hay distintas opiniones sobre el impacto que la devaluación tendrá en los precios”.
En los últimos dos días hábiles, y después de inyectar unos mil millones de dólares para frenar al dólar desde principios de febrero, el Gobierno se jugó a aguantar la tormenta cuidando las reservas aun cuando admiten que ello no tendría por qué desembocar en la ayuda financiera. “Lo peor es atravesar una hiperinflación sin reservas”, argumentaron en el Central.
En los despachos oficiales no se dan por vencidos, y para hoy prepararon algunos ajustes en la forma de intervenir: sumarán a las principales casas de cambio para que se comprometan a vender dólares más baratos y convencieron a un grupo de 15 bancos para que despachen divisas en sus sucursales, inclusive en los barrios. De esta manera, en las entidades que se adhirieron, el precio del dólar al público minorista será de apenas cinco centavos por encima al valor de venta que ponga el BC. Las entidades que ya acordaron con el Central son: Nación, Provincia de Buenos Aires, Ciudad, BBVA Francés, Río, HSBC, Credicoop, Macro, Bansud, Nazionale del Lavoro, Mariva, Velox, La Pampa, Patagonia y Do Brasil. Los bancos que ayer se adhirieron a la operatoria del BC vendieron dólares billetes por 8 millones. Por su parte, las casas de cambio colocaron otros 4 millones.
Los bancos que más vendieron fueron el Provincia (586 mil dólares) y el Nación (531 mil). Puente Hermanos, la única casa de cambio que compró billetes en el BC, colocó 387 mil.
La diferencia de precios entre las entidades que se comprometieron a vender con un margen de 5 centavos sobre el valor de compra y el resto fue sideral provocando un caos en el microcentro. En los bancos oficiales se formaron filas desde las 4 de la madrugada, y a media mañana la hilera llegaba a los 500 metros. En las agencias también se notaron aglomeraciones, y la demanda se acrecentó a medida que subía el dólar. Como reflejo del alza, el Central vendió billetes entre 3,02 y 3,10. Inspectores de la autoridad monetaria detectaron a “arbolitos” que compraba dólares en los bancos oficiales y los vendía en las casas de cambio. También que hubo agencias que siguieron vendiendo (con las cortinas bajas) después de las 15.30, el horario límite para hacerlo.
El objetivo central de los funcionarios es mantener a raya el dólar minorista, evitando que haya una gran diferencia entre éste y el denominado “dólar mayorista” (para operaciones superiores a 100 mil, y que ayer cerró a 3,21; 60 centavos menos que en las casas de cambio). “Debemos quebrar el círculo vicioso; desarmar la burbuja que armaron las casas de cambio. Cuando el dólar sube en las casas de cambio inmediatamente hace lopropio en el mercado mayorista, y esta suba –a su vez– dispara el mercado del chiquitaje”, comentó una fuente del BC.
La aspiración del Gobierno es que este operativo frene la carrera alcista del dólar. Para lograrlo, el BC confirmó varias medidas restrictivas: las casas de cambio no podrán vender más de mil dólares, mientras que los bancos podrán extenderse hasta los 10 mil siempre que la venta se concrete a un cliente de la entidad.
Pero más allá de los ajustes que se hagan en el mercado minorista, en el Gobierno saben que el partido se gana o se pierde en el tramo mayorista, en el cual ayer se operaron 300 millones de dólares diarios. En este mercado operan tanto bancos, empresas y algunas casas de cambio.
Para impedir que las entidades se valgan de la ayuda financiera que les presta el Central, la autoridad monetaria prometió que restringirá al máximo ese auxilio por vía de redescuentos. Según fuentes oficiales, los bancos pidieron al BC unos 5 mil millones de pesos en los últimos dos meses, de los cuales se habrían devuelto apenas 3 mil millones. El resto se habría utilizado no para salvar un momento de iliquidez sino para la adquisición de dólares. Con la limitación de los redescuentos, las autoridades intentan quitarle presión al mercado cambiario.
Otro de los supuestos que manejan en el Gobierno para bajar al dólar involucra a los exportadores. En épocas normales, ellos serían los principales oferentes de billetes. Pero, en medio de la volatilidad, estos agentes especulan reteniendo las divisas. En relación a este tema, anoche, el Central dispuso que los bancos que ya recibieron liquidaciones de los exportadores se las entreguen al Central entre hoy y mañana. Serían entre 300 y 400 millones de dólares.
Por otra parte, la entidad monetaria ratificó que los bancos tendrán que desprenderse de los dólares que superen el 5 por ciento de su patrimonio. En el BC estiman a esta operación en 370 millones, y los bancos tendrán tres semanas para cumplir. También fijó limitaciones a las casas de cambio: sólo podrán detentar 500 mil dólares en sus cajas; el resto tendrán que venderlo al Banco Central hasta el 18 de abril.
El plan oficial para enfrentarse al “súper dólar” incluye la licitación de Letras. Ayer, el BC colocó 24,9 millones de pesos al 65 por ciento anual, lo que duplicó el costo de las operaciones anteriores. A su vez, licitó 33,4 millones en Letras dolarizadas a una alta tasa: 62,5 por ciento anual. Para hoy se convocó a una nueva licitación con tramos por 50 millones de pesos y 50 millones de dólares.
En la city creen que esta estrategia tendrá poco efecto en el dólar. Y que el abrupto salto de la divisa impactará en los precios rápidamente. Hay temor a que se desate una hiperinflación. Mario Blejer, presidente del Central, se encuentra en Washington por motivos personales. Pero en las próximas horas se verá con importantes directivos del Fondo y el Banco Mundial. En esas reuniones se evaluará no sólo la situación económica. También la posibilidad de que la ayuda financiera llegue lo antes posible.